4 de febrero 2019 - 00:01

Grabaciones

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Retorno de Weezer

Luego de ganarse un Grammy en 2005, la banda de rock alternativo Weezer casi desapareció del mapa. Si uno creyera todo lo que se dice en internet, a fines de 2017 una fan de 14 años de esta banda californiana tuvo una epifanía en la que soñó que Weezer debería interpretar el mayor hit del grupo ochentista Toto, “Africa”. La chica se pasó meses suplicando que esto sucediera, y de pronto Weezer no sólo hizo ese tema sino que armó un video para la web con el legendario cómico de parodias rockeras Al Yankovich, burlándose del rock de los ‘80. El asunto es que ese tema se viralizó y Toto resucitó con covers de temas de Weezer. La bola de nieve creció al punto de que Weezer logró el mayor hit de su carrera, y por eso grabó este álbum de covers, enfocado sobre todo en caricaturizar grandes hits del siglo pasado como “Billy Jean”, de Michael Jackson, y “Sweet Dreams”, de Eurythmics. En el medio, el disco levanta vuelo cuando se va a otras épocas y reversiona “Happy together” de The Turtles, o “Paranoid” de Black Sabbath. Weezer tiene un gran sentido del humor, y también un eficaz sentido marketinero para aprovechar las redes sociales. Al punto de que para el mes que viene ya anunció otro disco, “The Black Album”.

Diego Curubeto

=“Weezer (The Teal Album)” Weezer -Atlantic/Crush Music Digital.

Scriabin místico

El director ruso Vasily Petrenko suele ser relacionado con conciertos de grandes orquestas británicas pero, como actividad paralela, desde hace un lustro se viene ocupando de difundir, junto a la Filarmónica de Oslo, a uno de sus compositores preferidos, Alexander Scriabin. Hacia 1900 Scriabin era el músico más prestigioso de Europa, aunque el conflicto irrumpió cuando este ruso lunático decidió que debía crear música que sacudiera al universo. Para eso diseñó el llamado “acorde místico”, con el que comenzó su máximo opus, “Prometeus, el poema del fuego”. Petrenko, luego de grabar dos discos con conciertos y sinfonías de Scriabin, guardó para el final este poema sinfónico cuya partitura describe qué tipo de luces, colores, e incluso fragancias perfumadas, debían acompañar su música. Fallecido pocas semanas antes de la revolución rusa, Scriabin es uno de esos genios adelantados a su tiempo, El CD incluye el aporte de otro ruso, el virtuoso pianista Kirill Gerstein, que se ocupa de que el famoso “acorde místico” con el que empieza la obra suene como nunca. “Prometeus”. 20 minutos de la música mas misteriosa, extraña y fascinante que podamos redescubrir en este siglo.

  • C.

=“Symphony No. 1”, “Prometheus”. A. Scriabin. Oslo Philharmonic Orchestra & V. Petrenko. LWR Classics 1660.

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