17 de mayo 2019 - 00:01

Il Divo: radiografía de un fenómeno que genera ingresos millonarios

El grupo de crossover, integrado por cuatro artistas de nacionalidades diferentes, bate récords de ventas en todo el mundo. El productor detrás del éxito. La decisión de no tocar para Trump.

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No es fácil entender un fenómeno. Sucede. Lo que resulta complejo, quizá, es la idea de sostenerlo. Más, cuando se trata de un grupo conformado por cuatro artistas de diferentes países que nació con el fin de establecerse (y desarrollarse musicalmente) como el verdadero negocio que es en la actualidad. Con 16 años de carrera, Il Divo (que se presenta el 24 de mayo en el Luna Park) se consolida como el encuentro de voces más popular que logró realizar de manera efectiva un crossover clásico.

Los números son concretos: más de 40 millones de discos vendidos en todo el mundo y 160 discos de oro y discos de platino en 35 países. Pero hay más. Porque se trata de una megagrupo capaz de batir todos los registros: el álbum “The Promise” (2008), quebró el récord de ventas americano en la primera semana de publicación y con los cuatro primeros discos (“Il Divo”, “Ancora”, “Siempre” y “The Promise”), lograron 50 primeras posiciones en las listas de álbumes de América, Europa, Canadá y América.

Además, como dato revelador, en el año 2006 fueron registrados en el libro Guinness de los Récords como el proyecto internacional de pop de mayor éxito comercial de la historia. Llevan vendidos más de 3 millones de entradas de conciertos tan solo de sus cuatro primeros discos y en su primera gira mundial las entradas se agotaron en 69 ciudades de 18 países.

Divo

Con 16 años de trayectoria, el grupo está conformado por artistas de nacionalidades diferentes: los tenores David Miller (Estados Unidos) y Urs Buhler (Suiza), el barítono Carlos Marín (español nacido en Alemania) y el artista popular Sébastien Izambard (Francia). Cuatro cantantes de gran valor que fueron que fueron seleccionados por el productor británico Simon Cowell, mundialmente conocido por su rol exigente como jurado de American Idol y dueño de la franquicia Got Talent y The X Factor. Cowell recorrió varios países durante dos años hasta dar con el perfil de cantantes que buscaba: una selección de voces, con presencia escénica basada en lo que había sucedido años atrás con los famosos Tres Tenores (Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras).

Con respecto a su definición como grupo, Carlos Marín es tajante: “Nada de divos. Vivimos dispersos y solo nos juntamos para cantar cuando así lo exige la agenda. Llevamos nuestras vidas de la mejor manera y antes de toda esta locura, cada uno tenía una carrera. Eso de creerte más que el resto es una tontería. El éxito es como una novia, hay que saberlo tratar. Yo salgo a la calle y me voy a un bar como cualquiera”.

Como uno de sus datos más relevantes, el 9 de junio de 2006, entonaron la canción oficial del Mundial de Fútbol de Alemania 2006 titulada “The Time of Our Lives” junto con Toni Braxton. Interpretaron en directo el tema durante el descanso del partido inaugural entre la selección de fútbol de Alemania y la de Costa Rica, y de nuevo, un mes más tarde, en la ceremonia de clausura del 9 de julio en la final de la Copa Mundial de Fútbol entre Italia y Francia. Ese mismo años En 2006 fueron invitados especial en los 20 conciertos de Barbra Streisand en su gira por América del Norte. Streisand: The Tour whit Il Divo generó 92.5 millones en ventas brutas.

“Recuerdo un concierto con Bárbara Streisand en el Madison Square Garden de Nueva York. Estando en el camerino nos llama a la puerta Hillary Clinton para decirnos que quiere hacerse una foto con nosotros porque es muy fan del grupo. A continuación entró Bill Clinton y nos dijo que quería hacer una gira con nosotros tocando él el saxo” rememora Carlos Marín.

La política no quedó de lado. En enero de 2009 actuaron en La Purple Inauguration Ball en Washington D. C. para el presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Ocho años más tarde fueron convocados para cantar para Donald Trump, pero rechazaron la invitación. “Nunca nos negamos, pero en ese caso sí que dijimos que no”, sostiene Marín. Y agrega: “Es un racista. Y yo como nacionalizado español a un tío que critica a lo latino no le canto”.

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