Débora Pérez Volpin: las pistas que llevarían a un segundo juicio por encubrimiento

El abogado de la familia de la periodista anticipó que buscarán que investigue actuación de la clínica. Denuncio que el endoscopio entregado "no funciona" y que según testigos "la información en la historia clínica se volcó dos veces".

Pirota anticipó que luego de ni bien termine el juicio para determinar la responsabilidad penal de los médicos que atendieron a Pérez Volpin podría iniciarse una segunda causa. 
Pirota anticipó que luego de ni bien termine el juicio para determinar la responsabilidad penal de los médicos que atendieron a Pérez Volpin podría iniciarse una segunda causa. 
NA

El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin, Diego Pirota, anticipó que, luego de la finalización del juicio que arranca este lunes contra el endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Inés Puente -quienes realizaron el procedimiento en el que falleció la periodista- buscarán que la Justicia “realice una investigación” sobre la actuación de las autoridades del Sanatorio La Trinidad de Palermo “para determinar el encubrimiento de la muerte”.

“Sostuvimos desde un principio que la clínica habría trabajado en un encubrimiento de la causa, que habrían modificado la escena del crimen, que habrían cambiado el endoscopio por uno que no se había usado, que habría manipulado a testigos, que habrían dado información falsa a la familia primero y a la prensa después. Fue pasando el tiempo y esas sospechas se fueron transformando en muchas certezas”, indicó el letrado en declaraciones a Radio Continental.

Pirota detalló que el endoscopio que la clínica entregó tres días más tarde “no funciona y no podían haber hecho una endoscopía con este equipo, algo que fue comprobado por dos peritos ingenieros en el mes de marzo”.

Por otro lado, “este mismo equipo tiene adulterado los números de serie de una manera burda, por lo que no se puede determinar si el endoscopio está dentro del inventario de la clínica y si se han hecho los services pertinentes para poder ver si lo cambiaron o no”.

Al respecto resumió: “Lo cierto es que tengo un equipo que no funciona y con el número de serie adulterado, lo que en muchos casos se transforman en pruebas procesales de un posible encubrimiento, que va a ser investigado cuando termine este juicio en el que se dilucide la responsabilidad penal de los médicos por la muerte de Debora. Esto será un juicio posterior por encubrimiento”.

No podían haber hecho una endoscopía con este equipo" (Diego Pirota, abogado de la familia de Pérez Volpin)

El letrado señalo que “incluso hay testigos que indican que la información en la historia clínica se volcó en dos momentos distintos, una inmediatamente después de producida la muerte y otra es la que se vuelca por los mismos médicos dos o tres horas más tarde, y una claramente dista de la otra”.

A su vez, recalcó que cuando los datos se volcaron por segunda vez, “la anestesista estaba acompañada por su abogado defensor a apenas dos horas de la muerte de Deborah, mientras que el otro médico viene a ser asistido por el jefe de endoscopistas, que también se pone a completar a tipear”, a la par que lanzó dos interrogantes: “¿Como un abogado completa la historia clínica cuando todavía no había una causa penal?” y “¿Por qué el endoscopista tenía que ser asistido por otro médico cuando sólo tiene que contar lo que pasó?”.

Pirota recordó que ni bien los médicos salieron, le habían dicho a los familiares que no sabían lo que había pasado “cuando lógicamente las causales de la muerte, después de haber visto la autopsia estaban más que claras”.

“Evidentemente, lo que no querían es que lo sepa la familia y mucho menos la opinión pública, porque en la causa también figuran declaraciones de los médicos que estaban teniendo reuniones con autoridades de la clínica para ver como hacían saber (el hecho) a la prensa, y que información le iban a dar. Todo esto está listo para iniciar una causa el día siguiente que se dilucide la responsabilidad penal de los autores de la muerte de Deborah”, sentenció.

El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin criticó al juez de la causa

A su vez, Pirota cuestionó al juez Javier Anzoátegui, quien tiene denuncias por presunto mal desempeño que habría llevado a retrasar el proceso. El magistrado “tenía que empezar el juicio el 10 de junio y un día hábil antes suspendió el inicio por un recurso de queja por una probation rechazada. No existe ninguna razón para que se suspensa un juicio, de hecho la ley dice que no se puede suspender y él lo hizo por un recurso que no existía todavía”, indicó Pirota

Pirota denunció que Anzoátegui no iba a empezar el enjuiciamiento al otro día “porque no había preparado el juicio, no había citado a testigo ni convocado a audiencia, cosas que se realizan dos o tres semanas antes”.

“Ahora después de que se lo denunciara, se lo recusara dos veces, se lo expusiera ante la opinión pública y fuera denunciado por el Consejo de la Magistratura, se ‘escapó para adelante’ según mi apreciación, decir, avanza con el juicio para que no avance ningún proceso (contra el magistrado).

Por último, Pirota indicó que espera que la finalidad de llevar a cabo el juicio por parte de Anzoátegui “sea la de impartir justicia”, pero resalta que el hecho de que comience “en el primer día hábil de la feria judicial es un disparate, algo que no hizo ningún magistrado”

“Queríamos el juicio, lo que nosotros criticamos era que sea con este juez. Lo arranca en este momento, y ahora sí hizo todo lo que tenía que hacer, apurado, dando la idea que él no tenía intención de empezar el juicio (el 10 de junio)”, concluyó.

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