Volver al país en un avión militar: la historia de una repatriación

Nuria Dul es una actriz argentina que salió de gira por Latinoamérica con su unipersonal. Primero, quedó varada en Chile por el estallido social. Luego, en Perú por la pandemia. En las últimas horas del viernes volvió al país en uno de los vuelos de repatriación. Su travesía desde Cusco hasta el Palomar con barbijo y alcohol en gel.

El viernes pasado, dos aviones Hércules repatriaron alrededor de 150 argentinos varados en Cusco.

El viernes pasado, dos aviones Hércules repatriaron alrededor de 150 argentinos varados en Cusco.

Foto: Nuria Dul

La pandemia del coronavirus Covid-19 azotó al mundo de forma inesperada. Cientos de miles de argentinos que se encontraban en distintos países alrededor del globo sufrieron las consecuencias del cierre abrupto de fronteras. Para muchos, la situación rápidamente se volvió hostil. Para Nuria, una actriz argentina quien primero quedó varada en Chile por el estallido social y luego en Perú por el brote del virus, implicó que sus ansias por volver al país se potenciaran.

Nuria Dul tiene 29 años, es actriz y locutora nacional. Su travesía se inició en septiembre de 2019, cuando tomó la decisión de salir de gira por Latinoamérica para actuar con su unipersonal de improvisación teatral. El plan era hacer funciones y participar de festivales, pero también dar seminarios y talleres, y así poder costear los gastos que se fueran generando a lo largo del recorrido.

Repatriación Hércules Nuria Dul
Nuria participó en el Encuentro Internacional de Improvisación en Lima a principios de marzo. Pocos días después, el Presidente de Perú cerró la frontera.

Nuria participó en el Encuentro Internacional de Improvisación en Lima a principios de marzo. Pocos días después, el Presidente de Perú cerró la frontera.

Los primeros destinos elegidos fueron provincias argentinas como Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza. Desde ahí, la cita obligada era Santiago de Chile. Cuando llegó, el estallido social comenzaba a efervescer. “El mismo día en el que iba a dar una función a sala llena, quemaron la Torre de Comunicaciones. La gente nunca llegó a ver el espectáculo”, relató Nuria sobre su experiencia, y agregó: “Estuve una semana varada. Pero después de los primeros días de conflicto, empezaron a salir los vuelos nuevamente”.

Desde ahí, como viajar por tierra era peligroso, tomó un avión hacia Perú. Continuó recorriendo ese país con sus funciones y talleres durante un tiempo pero, en simultáneo, la pandemia comenzaba a recrudecer y conquistar nuevas fronteras. “En Perú me robaron el celular, por lo que compré otro y solo tenía acceso a WhatsApp, no podía acceder a internet”, explicó la actriz, y agregó que esa falta de conectividad la mantuvo poco advertida sobre la propagación del virus.

“Estaba fantástica caminando entre las montañas, hablando de ceremonias y rituales, meditando y cantando mantras con los hippies, completamente ajena a lo que sucedía”, recordó entre risas, pero ese estado de goce se chocó contra la realidad. “Mi familia me escribió, estaban todos muy preocupados. Mi tía me pidió que volviera porque la situación estaba fea, incluso me ofreció pagarme o ayudarme a pagar el pasaje”, detalló Nuria.

La mañana del domingo 15 de marzo, Dul sacó un pasaje para volver a Buenos Aires el miércoles. Ese mismo domingo pero por la noche, Martín Vizcarra, el presidente de Perú, anunció el cierre de fronteras tanto para la entrada como para la salida del país. “Me parecía inverosímil que hayan cortado las salidas de un día para el otro. No estaba permitido viajar ni siquiera de forma interprovincial, no podía ir a Puno para tratar de cruzar a Bolivia. No me podía mover”, explicó.

Repatriación Hércules Portada
Los dos Hércules que salieron el viernes.

Los dos Hércules que salieron el viernes.

A partir de ese momento, comenzó la travesía de lograr la repatriación, con una gran incertidumbre sobre cómo proceder en este contexto atípico. Por un lado, logró unirse a “Argentinos en Cusco”, un grupo de WhatsApp que compartían los varados que se encontraban en la misma situación. Por otro, se puso en contacto con la Embajada argentina en Perú, donde llamó varias veces para explicar su situación y ofrecer datos sobre su estadía.

Nuria estaba alojada junto a una familia de amigos que le dio asilo y contención, pero la situación no era similar en todos los casos. “A mí me bancó una familia y fue lo más amable del mundo, pero muchas de las cosas que se hablaban en el grupo de WhatsApp tenían que ver con maltratos y el prejuicio de que, porque estabas ahí, habías llevado el mal”, explicó, y detalló que las fuerzas de seguridad peruanas fueron violentas. “Salió un decreto de libertad de acción a policías y militares, estaban bastante agrandados y se la agarraban con los turistas. Había chicos que necesitaban salir a hacer compras y la pasaban mal”, agregó.

Finalmente, el miércoles 1 de abril, recibió el llamado que tanto esperaba. “Me avisaron que estaba seleccionada para el vuelo de repatriación que saldría el viernes, que me fijara en el Facebook donde subían la información y las listas”, contó con entusiasmo, luego de haber padecido varios días de ansiedad e incertidumbre. Para ese entonces, ya habían salido dos repatriaciones previas de 150 personas cada una. Ella entraba en la tercera.

Embajada Argentina en Perú

ATENCIÓN: VUELO DE REPATRIO, CUSCO-AREQUIPA-EZEIZA, DÍA 03 DE ABRIL DE 2020.-Se informa a los ciudadanos argentinos...

Posted by Embajada Argentina en Perú on Thursday, April 2, 2020

“Ese viernes 3 de abril salí de la casa donde me alojaba cerca de las 6 de la mañana, a las 8 tenías que estar donde salían los micros. Debías llevar de forma obligatoria barbijo y alcohol en gel propios, y tus objetos personales no podían superar los 10 kilos”, explicó la actriz, y aseguró que “Argentinos en Cusco” fue clave para que su vuelta posible. “Muchas personas en el grupo se pusieron la camiseta y se hizo un gran trabajo. Estaban en contacto con medios y autoridades nacionales, eso fue un acierto”, agregó.

Los tres micros llevaron a los elegidos hasta Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete de Cusco. “Mientras hacíamos la fila para ingresar, sin avisarnos, nos rociaron con lavandina. A un par de personas les arruinaron la ropa. Ellos estaban para rociar el espacio público, no a nosotros”, mencionó Nuria, quien sumó que en algunas zonas, como en el escáner de objetos personales, sufrieron cierto maltrato por parte de las autoridades.

Repatriación vuelo Sky
El vuelo de Sky que los llevó hasta Arequipa.

El vuelo de Sky que los llevó hasta Arequipa.

Un vuelo llevó al grupo hasta Arequipa, lo que significó menos de una hora de viaje. Allí los esperaban dos aviones Hércules que transportarían alrededor de 70 personas cada uno para concretar la repatriación. “Antes de entrar al Hércules te rociaban con un líquido desinfectante y te tomaban la temperatura”, explicó, y agregó que estuvo todo muy organizado.

Repatriación Hércules Ingreso

"Antes de entrar al Hércules te rociaban con un líquido desinfectante y tomaban la temperatura”, explicó Nuria.

Repatriación Hércules Interior
El interior del Hércules.

El interior del Hércules.

A los turistas les habían pedido que llevaran algo para tomar y comer, pero cuando subieron al avión se encontraron con una sorpresa que no había sucedido en otros vuelos. “Tuvieron un acto hermoso, nos dejaron unas cajitas con un jugo, un alfajor y unas galletitas. El alfajor fue la gloria para todos, cuando lo vimos nos largamos a llorar”, relató la actriz, dando cuenta de la emoción que sintieron al poder advertir que, luego de 18 días de pura incertidumbre, estaban volviendo a sus casas.

Repatriación Hércules Alfajor

"Ese alfajor fue la gloria", dijo Nuria, que comenzaba a reencontrarse con su país.

Tras 7 horas de viaje, llegaron al Aeropuerto El Palomar. “El vuelo estuvo súper bien pero, obviamente, no tenés ningún tipo de comodidad. El avión hace unos ruidos muy estrambóticos, sobre todo cuando despega y aterriza. Tiene dos filas de dos bancos largos cada una, ahí tenés que intercalar las rodillas porque no entrás. Todo el equipaje queda en la parte de adelante”, explicó Dul.

Repatriación Hércules Dormir
En el Hércules primó el compañerismo y fue una buena oportunidad para conocer otras historias de la vida en cuarentena.

En el Hércules primó el compañerismo y fue una buena oportunidad para conocer otras historias de la vida en cuarentena.

Repatriación Hércules Palomar
La llegada al Aeropuerto Internacional El Palomar.

La llegada al Aeropuerto Internacional El Palomar.

“Fue hermoso sentir la energía de la gente que estaba en la misma que vos, escuchando las historias de cada uno, personas que estuvieron varios días con pasares distintos. Hubo quienes se quedaron sin cosas para comer, sin medicamentos, o que tenía algún problema particular. Había sido un día largo, empezó a la madrugada para todos, entonces se armó algo de solidaridad que fue muy lindo”, agregó.

Cada pasajero había tenido que llenar dos planillas, una migratoria, y la otra se trataba de una declaración sobre dónde se alojarían durante el aislamiento obligatorio. Nuria había conseguido que una pareja de amigos la recibiera, ya que sus padres son personas de riesgo por su edad. “Nos separaron y, a los de Ciudad de Buenos Aires, nos informaron que nos iban a llevar a un hotel”, detalló.

Para las personas del conurbano bonaerense, del interior de Buenos Aires o de otras provincias, según el relato de la actriz, la situación no estaba tan organizada y generó ciertos malestares. “Algunos iban para Retiro para ver si conseguían micros, otros para Ezeiza, otros evaluaban si alguien los podía ir a buscar hasta Palomar… todo en un contexto de limitación de transporte público. Era un panorama más difícil para quienes no fueran de CABA”, agregó.

Mientras iba hacia su destino, sentía mucha expectativa sobre qué encontraría al llegar. Finalmente, fue alojada en un hotel del barrio de Recoleta. “El lugar está re bien. Estoy sola en una habitación y no puedo salir, pero nos dan desayuno, almuerzo, merienda y cena. El trato es cordial”, explicó, y aseguró que cuando llegó le volvieron a desinfectar sus pertenencias. “Desde Cusco hasta Buenos Aires fui desinfectada mil veces. Nunca estuve tan limpia”, dijo entre risas, con la tranquilidad de encontrarse ya en su tierra.

Nuria, quien hasta el momento no presentó síntomas, cumplirá el aislamiento social, preventivo y obligatorio durante catorce días en el hotel y luego podrá reencontrarse con su familia, para continuar con la cuarentena pero en su hogar. En Cusco todavía quedan alrededor de 130 personas que esperan ser repatriadas. Y en el mundo, otras miles ansían volver. Los esfuerzos para traer argentinos de vuelta están siendo desplegados por el gobierno, por lo que resta tener paciencia y confianza, y activar la solidaridad en un momento en donde la unión es una buena forma de presentarle batalla al virus.

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