21 de mayo 2020 - 00:00

Alerta: "Cierre de dos clínicas de Favaloro es la punta del iceberg de salud privada"

El vocero de la asociación que agrupa a sanatorios advirtió también que habrá más muertos por falta de prevención de otras patologías, ante la baja de las consultas con primeros síntomas, que por coronavirus.

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Los daños colaterales del coronavirus son difíciles de estimar. Está claro que, a esta altura, la pandemia no sólo afectará a quienes se contagien sino, incluso, puede provocar un daño mayor en el resto de la sociedad. El sistema de salud argentino, tanto público como privado, se encamina a ser una de las principales víctimas. El viernes pasado, Ámbito Financiero anticipó que la Fundación Favaloro había dispuesto el cierre de dos de sus sedes para concentrar toda la atención en la casa central. El motivo de esa decisión es la caída abrupta de la facturación en los últimos 60 días por la baja de la actividad.

Ante la amenaza del Covid-19, el Gobierno estableció una serie de medidas, como la suspensión de todos los servicios médicos privados que no fueran imprescindibles, para reservar camas y personal a la mayor demanda que se preveía por la pandemia. De esa manera, se suspendieron todos los turnos, tratamientos y operaciones que podían postergarse. A esto se sumó que se aconsejaba a la población a no concurrir a sanatorios y hospitales salvo caso de real emergencia. Eso fue durante el primer mes de aislamiento. El 20 de abril se flexibilizaron, en parte, esas restricciones pero el mensaje había llegado. La gente, por temor a contagiarse del Covid-19, empezó a abandonar tratamientos, reprogramar operaciones y realizar consultas. Incluso, con síntomas avanzados de patologías graves, poniendo en riesgo su salud. Así, los sanatorios privados y prepagas agravaron la situación financiera que venía de arrastre de la devaluación del 2018 o antes.

La asociación de clínicas y sanatorios (ADECRA CEDIM) elaboró un informe semanas atrás que mostraba esa baja de la actividad, con caída de 74% en consultas de emergencias, de 48% en internaciones o 73% en cirugías generales, entre otros datos. La conclusión: la gente no concurre a los médicos ni aún con cuadros graves.

Esto pone en alarma al sector privado. Así lo confirmó a este diario Gerardo Bozovich, coordinador de la Comisión de Directores Médicos de esas entidades. “Lo que sucede con el cierre de establecimiento de la Fundación Favaloro es la punta del iceberg”, señaló anticipando el panorama que se cierne sobre el sector. “Los sanatorios y clínicas necesitan trabajar y tener un alto nivel de ocupación para hacer frente a los altos costos. De otra manera, colapsa”, agregó.

El impacto no será sólo en el servicio privado sino también tendrá consecuencias en el público. La crisis económica que está desatando la cuarentena está evidenciando problemas de cobranza en los sistemas de medicina prepaga. Se están evidenciando un incremento de afiliados que se dan de baja ante la falta de ingresos. Esta gente irá a recargar el sistema público de salud que se encuentra desde hace años en estado de fragilidad.

Pero el problema no es únicamente económico. También hay un costado sanitario tanto o más grave. El temor a contagios que hace que el público no concurra al médico no es algo menor. Sucede, incluso, con patologías delicadas y pese a síntomas avanzados. La suspensión de tratamientos oncológicos, de hipertensión o de diabetes puede agravar el estado de los pacientes y llevarlos a puntos críticos. “Hay personas hipertensas que dejaron de chequearse la presión y terminan internados de urgencia por algo que se podría haber evitado con un control a tiempo”, señaló el catedrático. Lo mismo sucede con patologías cardiovasculares. La falta de prevención hace que se multipliquen los cuadros de gravedad. “Un ACV no atendido a tiempo genera un riesgo de vida muy alto o deja daños evitables”, agregó.

En el país hay unas 100.000 muertes por año por patologías cardiovasculares, 65.000 por cáncer, 30.000 por infecciones respiratorias y 9.000 por diabetes. “Este año, probablemente, vamos a tener más muertos por estas patologías no atendidas a tiempo que por lo que se presume que habrá por coronavirus”, señaló Bozovich.

El especialista explicó que los contagios por Covid-19 tienen un comportamiento heterogéneo. “No fue en toda Italia, sino en algunas zonas del norte. Ni en todo Estados Unidos o España. En la Argentina es igual. Hay una zona urbana que con mayor cantidad de casos. El resto, no. También se ve que si no se dispara en las primeras semanas, se puede controlar, como está sucediendo en el país”, aseguró.

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