15 de octubre 2019 - 00:00

Johnson usó a la reina para ratificar el brexit duro

Londres - Salir de la Unión Europea (UE) a final de mes es la “prioridad” del gobierno británico, afirmó la reina Isabel II al abrir las sesiones del parlamento ayer, en un polémico discurso que fue redactado por el ejecutivo de Boris Johnson

“La prioridad de mi gobierno siempre fue asegurar la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de octubre”, dijo la monarca en una pomposa ceremonia. Londres “tiene la intención de trabajar hacia una nueva asociación con la UE, basada en el libre comercio y la cooperación amistosa”, agregó leyendo un discurso escrito por el ejecutivo y que desató todo tipo de críticas por ser extremadamente partidario y dejar en una incómoda posición a la reina.

Ya el mes pasado, el premier hizo uso de la neutralidad constitucional que debe guardar la monarca y la llevó a ordenar una suspensión del Parlamento que los tribunales luego declararon nula.

“No puedo creer en toda conciencia que el aplazamiento sea el camino correcto para este país”, dijo Johnson ante el parlamento después de que Isabel II presentase el programa legislativo de su ejecutivo, en el poder desde finales de julio. Ya el mes pasado había afirmado que prefería “estar muerto en una zanja” antes de pedir a Bruselas otra prórroga de la salida.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, calificó el discurso como la “farsa” de un ejecutivo “que establece una agenda legislativa que sabe que no puede ser aprobada en el parlamento”. El primer ministro está en minoría desde la rebelión en septiembre de 21 diputados conservadores.

Los diputados, que comenzaron inmediatamente a debatir el programa, deben votarlo la próxima semana y una nueva derrota de Johnson, aunque no lo obligaría a dimitir lo dejaría aún más magullado tras sufrir siete reveses consecutivos en el parlamento.

Aprobado en referéndum por 52% de votos en 2016, el brexit debía realizarse el pasado marzo. Pero el reiterado rechazo del parlamento al acuerdo negociado por la anterior primera ministra Theresa May, provocó dos aplazamientos.

Johnson presentó la semana pasada una propuesta con la que busca modificar su punto más conflictivo: cómo mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la vecina Irlanda -país miembro de la UE- para no amenazar el frágil acuerdo de paz que en 1998 puso fin a tres décadas de sangriento conflicto.

Pero, el domingo tras un fin de semana de intensas negociaciones, Londres y Bruselas se mostraron prudentes de cara a la cumbre europea del jueves y viernes, presentada como la última oportunidad para este caótico proceso que dura ya más de tres años y sumió al Reino Unido en una profunda crisis política.

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