El cantautor Andrés Calamaro fue absuelto en el caso que lo acusaba de alentar el uso de drogas en un recital hace diez años. El 19 de noviembre de 1994 durante un concierto en La Plata, Calamaro había dicho: «Me estoy sintiendo tan a gusto que me fumaría un porrito». Debido a esta expresión, el músico fue acusado de violar la ley de estupefacientes, que prevé prisión de dos a seis años. El fiscal del caso, Carlos Dulau, consideró ayer que las declaraciones de Calamaro ante el público «fueron una inconveniencia pero no un delito».
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