1 de junio 2006 - 00:00

Castells, optimista en causa "cajita"

El líder piquetero de los jubilados Raúl Castells quedó ayer a un paso de conquistar otra victoria judicial. El Tribunal Oral que lo juzga fue sorprendido con la confesión de una media docena de testigos que declararon a favor del dirigente del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD).

Esta es la segunda vez que Castells logra derrumbar las acusaciones en su contra. En abril pasado fue absuelto en otro juicio oral y público por presunta extorsión durante la ocupación de un casino en la provincia de Chaco.

Los testigos dijeron que Castells exigía a través de un megáfono la entrega de alimentos para quienes lo acompañaban y 50 mil «cajita feliz». Pero, sin dudas, el testimonio más importante de la víspera (la audiencia continúa hoy) fue protagonizado por un directivo de McDonald's que actuaba entonces en el área de Comunicaciones Corporativas. Orlando Molaro dejó absortos a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 6 cuando relató: «Nunca entramos en negociaciones o tratativas para satisfacer ese pedido».

Sin embargo, un video mostró a Castells expresando que McDonald's había propuesto una reunión en otro sitio alejado de la porteña esquina de Corrientes y Carlos Pellegrini, y sugiriendo que se levantara la asamblea reunida en la puerta del local, lo que se concretó de inmediato.

«Muchas veces me pregunté el porqué de esa decisión», sostuvo Molaro, y conjeturó que pudo deberse a la llegada al lugar del fiscal Diego Niklison.

El resto de los testimonios siguió esa línea. Siete empleados negaron que hubieran sido víctimas de agresiones. Todos coincidieron en afirmarque los manifestantes ingresaron en el local, no intimidaron ni agredieron al personal. Según la acusación fiscal, Castells y sus seguidores habrían extorsionado a los responsables del establecimiento con impedir el acceso y egreso de público si no se satisfacía su reclamo de 50.000 cajas de alimentos para repartir en Navidad.   

  • «Reclamo social»

    «Nadie ingresó ni se le pidió nada a nadie», dijo Castells, quien sostuvo que se trató de un «reclamo social», donde «la gente entraba y salía normalmente» del local.

    «Mi agrupación siempre tuvo la política de rechazo a los saqueos». Y agregó: «Nosotros hacemos manifestaciones sin capuchas, sin fierros, sin romper y sin agredir».

    Cuando el camarista Guillermo Yacocucci -presidente del debate secundado por los vocales Leonardo de Martini y Ricardo Rongo- lo invitó a sentarse frente al Tribunal, Castells afirmó: «Prefiero hablar parado porque ahí se sientan los acusados y nosotros somos acusadores».

    De pie, con su clásico poncho rojo y con lágrimas y palabras entrecortadas por momentos, el dirigente piquetero efectuó una larga reseña de la actividad política de su agrupación, no sin antes pedir «paciencia» a los jueces porque, dijo, «estoy muy nervioso por esta injusticia que se está cometiendo».

    Castells -siempre hablando de sí mismo en plural- recordó que «estuvimos presos y tuvimos que hacer 61 días de huelga de hambre» en otra causa en la que también estuvo ante la Justicia por hechos de similares características.
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