Corte confirmó la destitución de Boggiano

Antonio Boggiano

Néstor Kirchner completó su faena. Una Corte de conjueces despidió ayer a Antonio Boggiano. Por siete votos contra dos el tribunal supletorio rechazó el recurso que presentó ante el alto tribunal contra su remoción. Consideró que la destitución se trataba de una cuestión política que la Justicia no podía revisar.

El jefe de Estado concretó así su propósito -exigido al Congreso apenas asumidode destituir a un quinteto de jueces apodados como la «mayoría automática» menemista. Quedó en condiciones de postular a otros dos jueces supremos y tener mucho más que una mayoría propia. Cuatro de los siete actuales ministros de la Corte fueron elegidos por el Presidente en menos de tres años de gestión.

Kirchner tiene ahora el control de la Corte Suprema, mayoría en las dos cámaras parlamentarias, los decretos de necesidad y urgencia, los superpoderes y la reforma del Consejo de la Magistratura para Cristina. Nunca antes un presidente concentró tanto poder. Ni siquiera Juan Domingo Perón o Carlos Menem. Mucho menos el radicalismo.

La Corte se pronunció contra Boggiano once meses después del juicio político que le inició el Senado y determinó su destitución. El juez supremo había ganado una batalla cuando cuatro conjueces, más un quinto que ayer no intervino en el caso, se pronunciaron contra la suspensión que dispuso el Senado.

Ese número de votos a favor había esperanzado a Boggiano, quien hasta último momento creyó posible que sus pares le devolvieran la banca que le quitó el Congreso por su fallo en el caso Meller. Pero ese optimismo se derrumbó ayer pasado el mediodía cuando los conjueces, por una mayoría de siete miembros, decidieron directamente rechazar el recurso que el magistrado presentó contra su destitución por «mal desempeño».

Los jueces observaron que la «decisión destitutoria reposa en razones políticas», que no estuvo vinculada al contenido de sus pronunciamientos sino a la configuración de la causal de mal desempeño.

En un fallo de 185 carillas, los conjueces defendieron la actuación del Congreso en el proceso de juicio político al remarcar que «se pronunciaron en función acusatoria las dos terceras partes de la Cámara de Diputados y adoptaron la decisión de destituirlo las dos terceras partes del Senado».

Asimismo sostuvo que el juez supremo fue destituido e inhabilitado por el órgano en cuyas manos la Constitución depositó la atribución ejercida. Que esa decisión contó con la mayoría especial también prevista en los textos normativos en juego y que estimó acreditada la causal típicamente reglada del mal desempeño en las funciones.

Por lo tanto, consideró que «no hay materia federal para la intervención de esta Corte en el marco de los rigurosos límites de su competencia que, para asuntos de esta naturaleza, le impone la Constitución nacional».

Votaron contra Boggiano los camaristas federales Luis Otero, Antonio Pacilio, Angel Argañaraz, Graciela Fernández Vecino, Guillermo Enderle, Javier Leal de Ibarra y Alejandro Tazza.

Pacilio, Enderle y Tazza fueron tres de los jueces que antes votaron en favor de Boggiano y que ayer lo hicieron en contra, validando de este modo el desplazamiento del cortesano dispuesto por el Senado el 28 de setiembre del año pasado.

Disidentes

Sólo Horacio Prack y Carlos Müller declararon procedente el recurso extraordinario y se pronunciaron por dejar sin efecto la resolución del Senado.

Los conjueces también opinaron sobre la sentencia en la causa Meller. En tal sentido afirmaron que no constituye en sí misma un delito, por lo que las conductas atribuidas a Boggiano «traducen una valoración impropia del Senado por cuanto carece de potestad para revisar las sentencias del máximo tribunal de la Nación». La observación del tribunal apunta a evitar un mal precedente que abriera las puertas para que en un futuro el Congreso se arrogara la potestad de revisar las sentencias y juzgar a los jueces por el contenido de sus fallos.

Tras conocer el fallo, Boggiano lo calificó de «injusto» y adelantó que llevará su reclamo ante la Corte Interamericana.