26 de enero 2007 - 00:00

Duhalde, amigo de "Isabel", pero no será su abogado

«Isabel» Perón
«Isabel» Perón
Humberto Linares Fontaine, uno de los abogados que representa a María Estela Martínez de Perón en la Argentina, aclaró ayer que el ex presidente Eduardo Duhalde les «expresó su apoyo pero no asesoramiento». Linares Fontaine se refirió de esta manera a una « comunicación mantenida con Duhalde», a raíz de las dos causas abiertas contra «Isabel» Perón por la desaparición de dos jóvenes en Mendoza y de su presunta responsabilidad por los crímenes de la Triple A, y que el monopolio «Clarín» informó ayer como un compromiso profesional para defenderla.

Aunque afirmó «no» tener dudas de que «si resultara necesario pedirle algún tipo de auxilio profesional» a Duhalde, éste «no vacilaría en aceptar».

En este marco, el letrado recordó que el ex mandatario «ya había hecho público su agradecimiento a 'Isabel'» por haber facilitado y aceptado en duras condiciones el traslado de los restos de Juan Domingo Perón a la quinta de San Vicente.

Esto ocurrió, en el salón Felipe Vallese de la CGT, ante gobernadores y numerosos dirigentes sindicales que «recibieron con un aplauso cerrado la afirmación de Eduardo Duhalde», remarcó.

La viuda de Perón se presentó ayer ante la Audiencia Nacional de España, donde fue notificada del segundo pedido de extradición en su contra, solicitado por el juez argentino Norberto Oyarbide en el marco de la causa que investiga los crímenes de la Triple A.

Rodeada del máximo hermetismo, la viuda de Perón llegó a la Audiencia Nacional de Madrid a las 11.30 local (7.30 hora argentina) conducida por agentes de la policía judicial adscriptos a Interpol.

  • Ratificación

    Una vez en el tribunal, el juez Juan del Olmo informó a «Isabel» del segundo pedido de extradición en su contra cursado por el juez federal Norberto Oyarbide y le preguntó si quería ser entregada a la Argentina para presentarse ante los tribunales.

    La ex presidenta, de 75 años, volvió a desestimar esa posibilidad, sin que esta decisión agravara su situación procesal, ya que el magistrado español ratificó su libertad provisional con la obligación de comparecer quincenalmente.

    Asimismo, la ex presidenta firmó la comparecencia quincenal, que requiere su situación de libertad condicional dictada el pasado 12 de enero por Del Olmo, en relación con el primer pedido de extradición en su contra dictado por el juez mendocino Héctor Acosta.

    «Isabel» tenía plazo hasta ayer para presentarse ante las autoridades judiciales. Completó en menos de una hora los trámites pendientes y regresó a su tranquila residencia de Villanueva de la Cañada, a unos 35 kilómetros de Madrid.

    A diferencia de su primera aparición en este mismo tribunal, la ex mandataria no llegó ayer «detenida», sino custodiada, precisaron fuentes judiciales.

    En aquella ocasión, la última esposa de Perón pasó un mal momento e incluso temió quedar en prisión, al tener que abandonar su vivienda entrada la noche, cuando la policía se presentó en su domicilio, la detuvo y la llevó a la Audiencia Nacional.

    Sin embargo, las gestiones de su abogado Antonio Hierro Echeverría dieron sus frutos, ya que la ex presidenta consiguió la libertad condicional por su « delicado estado de salud» y «avanzada edad».

  • Plazo

    Ahora que «Isabel» fue notificada del nuevo pedido de extradición, se abre un plazo de 40 días para que el gobierno argentino formalice su solicitud con la documentación correspondiente y el gobierno español responda si entregará o no a la ex mandataria argentina. Aunque el juez Oyarbide tiene ese plazo para preparar la documentación, al magistrado mendocino Acosta le quedan sólo 27 días para cumplir con el trámite.

    El juez de Mendoza pidió la detención de la ex presidenta en el marco de una causa que investiga la desaparición del militante de la Juventud Peronista (JP) Héctor Fagetti, detenido un mes antes del golpe militar de marzo de 1976.

    Por su parte, Oyarbide investiga el accionar de la organización parapolicial Triple A en el último gobierno de Juan Domingo Perón y el de su sucesora, «Isabelita», como se la conoce desde sus tiempos de bailarina.

    Aunque teóricamente el primer pedido que llegue a manos del juez Del Olmo tendrá prioridad, ambas causas se acumularán en una sola, por lo que se celebraría un único juicio de extradición.

    El proceso de extradición se complicará si prospera un tercer pedido contra la ex presidenta de la Justicia tucumana, que investiga el funcionamiento de dos centros clandestinos de detención en esa provincia antes de 1976.

    De cualquier manera, el procesode extradición podría durar más de un año, ya que debe ser tramitado por un juez de instrucción, luego pasar a la Sala de lo Penal y, finalmente, aprobado por el Consejo de Ministros de España.
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