1 de febrero 2007 - 00:00

El marino Cavallo, con extradición sin definir

Ricardo Cavallo
Ricardo Cavallo
La extradición del marino Ricardo Cavallo a la Argentina para ser juzgado por crímenes cometidos durante la última dictadura militar está en manos del Tribunal Supremo español, que debe confirmar o rechazar la decisión de la Audiencia Nacional de no someterlo a proceso en ese país.

Además, hasta que no se resuelva esa situación en la jurisdicción española, el gobierno de México, el tercer implicado en la extradición, tampoco podrá decidir si autoriza o no la entrega de Cavallo a las autoridades argentinas.

Aunque la decisión de extraditar al represor argentino está en manos de la Justicia española, requerirá del visto bueno de México, ya que fue allí donde se detuvo a Cavallo el 24 de agosto de 2000 cuando intentaba huir a la Argentina.

El ex marino, quien en Méxicoera director de una empresa privada, fue extraditado tres años después a España por orden del juez de este país, Baltasar Garzón, quien investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar argentina.

Desde entonces, Cavallo está detenido en el penal madrileño de Soto del Real, en una celda común, al igual que el ex marino Adolfo Scilingo, quien por la misma causa cumple una pena de 640 años por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Alcalá Meco.

Cavallo estaba a la espera de un juicio oral, en el que afrontaba una pena mínima de 13.332 años de cárcel y una máxima de 17.010 por crímenes contra la humanidad o genocidio, pese a que en España el cumplimiento máximo de una condena es de 30 años.

Sin embargo, la sala III en lo Penal de la Audiencia Nacional resolvió el 20 de diciembre inhibirse a favor de la jurisdicción argentina, al entender que tras haberse derogado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en el país, el ex marino debía ser procesado en el lugar donde se cometieron los delitos que se le imputan.

Al tomar esta decisión, que atendió al pedido de la defensa de Cavallo, la Audiencia Nacional dio un plazo de 40 días a la Justicia argentina para solicitar la extradición del ex marino.

Vencido ese plazo, la Sala III decidió liberar a Cavallo el lunes por la noche.

No obstante, el futuro del ex marino no podrá resolverse sin que antes el Tribunal Supremo español se pronuncie sobre el recurso de casación presentado por la Asociación Argentina Pro-Derechos Humanos-Madrid (AAPDH-M), contra la decisión de la Audiencia Nacional de no juzgar a Cavallo en España.

Este asunto, que corresponde plenamente a la jurisdicción española, es clave para las autoridades de México, que en 2003 lo enviaron a España para ser juzgado por los crímenes cometidos por la última dictadura militar argentina.

El caso Cavallo tendrá que ajustarse a los dos principios fundamentales que rigen en la gran mayoría de los tratados de extradición.

Uno de ellos es el de especialidad, es decir, que no podrá ser juzgado por un delito distinto al que se lo extraditó, y el otro, que para ser reextraditado, requerirá de la autorización del tercer país, en este caso México.

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