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ESMA: acusado negó los cargos en primera jornada
Previo a que Febres fuera interrogado, el Tribunal había insumido buena parte de la jornada -que se extendió por seis horas-en la lectura del pedido de elevación a juicio y el procesamiento del acusado.
El ex marino fue responsabilizado en cuatro casos: el de Carlos Lordkipanidse, quien fue torturado junto a su hijo, un bebé de unos pocos días, y el de Carlos Alberto García, quien recibió golpes, picana eléctrica y quemaduras de cigarrillo. También contarán la violencia a la que fueron sometidos en la ESMA Julio Margari -estuvo encadenado con los ojos vendadosdurante diez días-y Josefa Prada de Oliveri, quien estando embarazada de cuatro meses fue golpeada, maltratada y sufrió un intento de violación.
Luego los abogados querellantes aprovecharon para hacer al tribunal una serie de «planteos preliminares» que fueron rechazados en su totalidad por los miembros del Tribunal.
La abogada Miriam Bregman cuestionó que Febres tuviera «condiciones especiales» en su lugar de detención en una delegación en la zona del Delta de la Prefectura y reclamó que fuera trasladado a una «cárcel común».
La mujer marcó como un «agravante» que el acusado «esté entre sus compañeros de fuerza gozando de privilegios que no se entiende de dónde pueden surgir».
El defensor oficial Víctor Valle contestó que Febres de 66 está preso «hace ocho años y diez meses en prisión preventiva» «sin haber violado ninguna norma de detención».
A su turno, el abogado Rodolfo Yanzón cuestionó el hecho de que Febres haya sido juzgado en soledad y no en el marco de un megajuicio por los hechos de ESMA y criticó que el imputado haya ingresado a la Sala de Audiencias «sin esposas».
El único pedido que acogió el Tribunal fue el que formuló Febres de no asistir a ninguna audiencia más hasta que se desarrollen los alegatos.
Luego de que Febres se negó a declarar, los jueces Guillermo Gordo, Ricardo Farías y Daniel Obligado leyeron una declaración previa hecha por el imputado ante la Cámara Federal en 1987 y pasaron a un cuarto intermedio hasta el próximo martes.
La preocupación por la seguridad de los testigos en causas por violaciones a los derechos humanos y la disconformidad por el enjuiciamiento aislado de un solo represor fueron los temas dominantes en la primera audiencia del juicio.
Incluso la fiscal de juicio Mirna Goransky había cuestionado al Tribunal que se llevara adelante un proceso solo por un acusado y cuatro víctimas, pero el planteo fue rechazado.
El abogado Rodolfo Yanzón cuestionó que mediante este sistema se está obligando a los testigos a comparecer decenas de veces, « mortificándolos», al tener que exponer reiteradamente sobre los hechos de los que fueron víctimas o testigos.
«Yo pido una sentencia ejemplar y pido también que se arbitren las posibilidades para que éste sea el último juicio en estas condiciones», enfatizó Yanzon.
El letrado calificó este debate como «flaco y delgado» teniendo en cuenta la cantidad de hechos juzgados y que sea un solo imputado.
La abogada Miryam Bregman también advirtió sobre la inseguridad de los testigos teniendo en cuenta la desaparición de Julio López, luego de haber declarado en el juicio contra el ex comisario de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz.
«Hay que tener en cuenta la máxima gravedad y peligrosidad que acecha a los testigos», cuestionó la letrada.
Al respecto, los jueces del Tribunal aclararon que dieron aviso a la oficina de Protección al Testigo y se comprometieron a «arbitrar los medios con que cuenta el tribunal» para garantizar la seguridad de quienes comparezcan a declarar.
Este es el cuarto juicio oral y público que se realiza tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; el primer condenado fue el ex represor del Olimpo Julio Simón, el ex comisario Etchecolatz y el ex capellán de la Bonaerense Christian von Wernich.
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