Explosión Río Tercero: Gobierno se presentó como querellante en la causa

El Estado nacional se presentó esta mañana como querellante en la causa por la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, según confirmó la ministra de Defensa, Nilda Garré.

Garré informó que su cartera "hizo llegar esta mañana el escrito judicial" al Juzgado Federal de Río Cuarto, donde está radicado el caso.

La funcionaria confirmó la formalización de la presentación del Estado como querellante en declaraciones formuladas en la Casa Rosada, tras participar junto al presidente Néstor Kirchner en el acto de entrega de insignias y sables a los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas recientemente ascendidos.

Sobre la causa judicial, Garré informó que "el primer paso" en la causa "es ser parte querellante", y anticipó que el criterio del Gobierno "será seguir actuando lo más activamente posible, para evitar que se concrete un hecho de impunidad en Argentina".

Al fundamentar la decisión del Estado de presentarse como querellante, precisó que en el momento de ocurrido el hecho "Fabricaciones Militares dependía del Ministerio de Defensa y el Ejército fue damnificado en una cantidad de equipamiento que en ese momento estaba en el polvorín".

De inmediato, sostuvo que esos dos motivos "son válidos como para robustecer la posición y sentirnos con derecho a presentarnos como parte querellante".

La medida, formó parte de una decisión que se adoptó en la Casa de Gobierno ayer por la tarde, luego de una reunión que Garré mantuvo en la Casa de Gobierno con el Presidente Néstor Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández y el ministro del Interior, Aníbal Fernández.

Garré en ese momento indicó que "el Estado quiere hacer esto para dar un impulso a una causa que quedó estancada en un fallo sin precedentes", tras subrayar que el hecho fue "intencional" y que no actuó antes para dejar que la Justicia trabajara "sin presiones".

La ministra había calificado a la explosión sucedida en noviembre de 1995 como el hecho "más monstruoso de la década del 90".

Según Garré, esa explosión "intencional" superaba el caso de la AMIA "no en la cantidad de muertos, pero sí en cuanto a lo inconcebible de que funcionarios del Estado nacional intentaran tapar un delito".