La familia de Facundo Macarrón denunció ayer «varios aprietes» contra los amigos del joven por parte de la Justicia, para lograr una declaración incriminatoria.
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Silvia Macarrón, su madrina, fue la encargada de llevar la voz cantante, y aseguró que «desde la familia nunca se dijo nada porque había confianza en la Justicia», pero que se arrepienten de «no haber hablado antes». Según sus declaraciones al «Canal 13» de Río Cuarto, «la gente de la fiscalía les decía a los amigos que Facundo ya había reconocido el crimen de su madre», con la supuesta intención de que éstos revelaran algo incriminatorio.
En relación con los « elementos probatorios» de los que se hablan desde el despacho del fiscal Javier Di Santo, «las pruebas no sirven, porque entró gente a la escena del crimen por todos lados».
Buen pasar
«Todo está mal hecho y esto no se trata de una cuestión de ricos y pobres porque mi hermano (Marcelo Macarrón) sólo tiene un buen pasar», aseguró la mujer. « Facundo habló con su padre y le dijo que se quede tranquilo. Acá la orden viene de arriba, es el poder político. Vienen las elecciones y están apurados por imputar a alguien», agregó.
Por su parte, el viudo Marcelo Macarrón confesó que «fueron seis meses de tortura» en su única referencia luego de conocerse la imputación a su hijo Facundo por el «abuso sexual» y « homicidio» de Norita.
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