Más gestos judiciales en beneficio de asaltantes

Sólo dos manifestantes fueron condenados por el «viernes negro» en la Legislatura porteña cuando se discutía la reforma del Código de Convivencia. Después de dos años, la Justicia determinó la absolución de la mayoría de los detenidos.

El Tribunal Oral en lo Criminal 17 condenó a 2 de los 14 acusados por los incidentes ocurridos en la Legislatura porteña el 17 de julio de 2004, en una protesta contra el Código de Convivencia Urbano. Los acusados estuvieron 14 meses detenidos con prisión preventiva, culpados de desmanes y daños causados al edificio comunal en 2004.

El tribunal condenó a Carlos Scaramella a un año y diez meses de prisión por daño agravado y le unificó esta pena a un total de 2 años y 6 meses debido a una condena anterior.

El otro condenado fue César Gerez, a un año de prisión condicional, en tanto que los restantes 12 acusados fueron absueltos por el veredicto leído esta tarde.

La sentencia fue aguardada por 200 manifestantes que desde poco después del mediodía reclamaron la absolución de los acusados frente a los tribunales de Comodoro Py, en el barrio de Retiro.

Los incidentes se produjeron el 16 de julio de 2004, cuando la Legislatura porteña tenía previsto tratar en particular el Código Contravencional, cargado de temas polémicos.

Renuncia

Los disturbios causados por vendedores ambulantes, piqueteros y travestis provocaron la renuncia del entonces ministro de Justicia Gustavo Béliz y de su secretario de Seguridad, Norberto Quantín.

La causa, cuya instrucción estuvo a cargo del juez Julio César Corbalán de la Colina, había sido elevada a juicio oral en julio del año pasado.

Ayer varios de los imputados pronunciaron sus últimas palabras en el juicio, oportunidad en la que reclamaron Justicia, se proclamaron inocentes y denunciaron abusos policiales.

Los jueces Elsa Moral, Silvia Aráuz y Alejandro Nochetti Achával escucharon los descargos de los imputados que arribaron a juicio oral acusados de delitos como «privación ilegal de la libertad, daño agravado, coacción y resistencia a la autoridad».

Durante el debate, el fiscal Juan José Ghirimoldi solicitó que los acusados sean absueltos por los delitos más graves por los que llegaron al banquillo, «coacción y privación ilegal de la libertad», al entender que no se pudo acreditar que los legisladores o empleados hayan sido amedrentados por los manifestantes o les hayan impedido salir del edificio.

Al exponer durante sus últimas palabras el travesti Jorge Nievas denunció haber sido torturado y golpeado por la Policía que -dijo- le exigía «coima y extorsión» para no llevarlo detenido mientras ejercía la prostitución en las calles.

«Los jueces creen que por tengo el pelo largo y teñido no tengo nobles principios, valores y una conducta honesta», se quejó Nievas, quien cuestionó el sistema judicial por haber «violado derechos y garantías constitucionales».

Golpeada

A su turno, Carmen Insfrán denunció haber recibido «golpes, maltratos y humillaciones en la cárcel» y admitió que como prostituta fue el día de los incidentes a la Legislatura para reclamar contra la modificación del Código de Convivencia, pero aclaró que no tuvo nada que ver con los desmanes.

«Fui a manifestar para que no se repitan los abusos policiales, no fui para dañar a nadie», enfatizó.

Pablo Amitrano, quien llevó adelante una huelga de hambre de 26 días para lograr su libertad, remarcó que era «inocente».

El listado de imputados que escucharon su sentencia se completó con Aníbal Fortuny Calderón, Marcela Savagna, Carlos Santamaría, Eduardo Suriano, Adolfo Sánchez, Eduardo Ruiz, Héctor Gómez, Antonio Medina y César Gerez. Los fundamentos serán leídos el lunes 20 a las 13.30.