12 de diciembre 2003 - 00:00

Más grave: suspenden a otro juez por su sentencia

Quizás haya sido la influencia del kirchnerismo del Congreso, lo que llevó al Consejo de la Magistratura a instaurar el mismo mecanismo que el Senado utilizó para destituir al ex ministro de la Corte Suprema Eduardo Moliné O'Connor. Es decir, juzgar a los jueces por el contenido de su sentencia.

Ayer decidió suspender por 180 días al juez federal de San Isidro Roberto Marquevich y pedir su remoción por supuestas irregularidades en la causa en la que ordenó la detención de la directora del monopolio «Clarín», Ernestina Herrera de Noble.

Por mayoría de 16 votos contra 3, acusó a Marquevich por mal desempeño de sus funciones y elevó el caso al Jurado de Enjuiciamiento. Al momento de la votación, los cargos contra el magistrado quedaron reducidos a tres: la detención arbitraria de Herrera de Noble, el rechazo a los pedidos de excarcelación y la negativa a concederle en su momento el arresto domiciliario.

Acusadores

Será, precisamente, el neokirchnerista JorgeYoma y Pereyra Duarte, quienes sostengan ahora la acusación contra el magistrado federal en el jury.

Por momentos virulento,
Yoma cargó con dureza contra Marquevich en una sesión que tuvo como aditamento la sorpresiva irrupción de un grupo de Abuelas de Plaza de Mayo que en voz de una abogada leyó una brevísima carta en respaldo del juez federal.

No gustó mucho a los consejeros el contenido, porque las Abuelas se encargaron de remarcar que el proceso contra Marquevich era una señal «terrible» para la opinión pública porque «se castiga a un juez que estaba investigando adopciones ilegales»
.

El representante de los abogados
Beinuz Smukler replicó: «hay muchos jueces que ahora se ocupan de los derechos humanos para evitar las acus aciones».

Más diplomático, Jorge Casanovas recurrió a una metáfora cósmica para sintetizar el estruendo que provocaba la acusación contra el magistrado de San Isidro.

«Es una especial constelación de planetas: un juez mediático, la propietaria de un medio de comunicación y las Abuelas de Plaza de Mayo, le han dado la trascendencia a este proceso que hubiera sido normal para otro», dijo.

Lo cierto es que bastó que Marquevich activara la causa contra la propietaria del diario «Clarín», para que en un año el Consejo de la Magistratura lo suspenda.

Un debut ríspido para Jesús Minguez, el sucesor del radical Marcelo Stubrin. El diputado sanjuanino y miembro de la comisión de Juicio Político juró a las 8.30 y una hora después se disponía a votar contra Marquevich.

Minguez mostró contracción por el trabajo. Y según explicó a este diario estaba en condiciones de votar porque su designación se produjo el 12 de noviembre y Stubrin le abrió con gentileza su despacho para que abrevara en el contenido de los expedientes del «caso Marquevich».

Ya durante la semana se sabía que los consejeros estaban dispuestos a suspender a Marquevich, y la duda sólo estaba en la cantidad de cargos que le imputarían.

La discrepancia entre los consejeros radicaba en los expedientes por los que debía acusarse al juez de San Isidro, ya que Marcela Rodríguez y Smukler pretendían que se incluyeran causas que habían sido archivadas por el Consejo.

Sin embargo primó la postura de Casanovas. Es decir, se terminó acusando a Marquevich por los tres cargos vinculados a Herrera de Noble, y no por otros (originariamente eran ocho), para evitar posibles impugnaciones y nulidades por parte de la defensa del magistrado.

Herrera de Noble estuvo detenida del 17 al 23 de diciembre pasado, bajo los cargos de supresión de identidad y falsificación de documentación relacionada con sus hijos adoptivos, Marcela y Felipe Noble.

• Excarcelación

Marquevich la mantuvo presa durante tres días en la Unidad de Delitos Complejos y luego dispuso su detención domiciliaria, hasta que más tarde la Cámara Federal de San Martín decidió la excarcelación de la propietaria del multimedio.

La decisión del alto tribunal no fue compartida por representantes de Abuelas de Plaza de Mayo, que consideraron que la actuación de Marquevich fue «justa». Es más, en la Corte Suprema de Justicia debe ahora resolver un planteo de Estela Carlotto en representación de este organismo que cuestionó el apartamiento de Marquevich.

La suspensión y el pedido de remoción de Marquevich fue votado por Marcela Rodríguez, Jorge Yoma, Luis Pereyra Duarte, Jorge Casanovas, Juan Geminiani, Joaquín Da Rocha, Ricardo Gómez Diez, Claudio Kipper, Eduardo Orio, Beinusz Smukler, Miguel Pichetto, Carlos Prades, Humberto Quiroga Lavié, Jesús Minguez, Lino Palacio y Victoria Pérez Tognola.

En disidencia lo hicieron María Lelia Chaya (quien, debido a la ausencia del titular de la Corte Suprema, Carlos Fayt, presidió el plenario del Consejo), el camarista en lo comercial Bindo Caviglione Fraga y el juez federal de Salta Abel Cornejo.

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