2 de mayo 2007 - 00:00

Nuevo desafío de Bisordi: "Me voy cuando me jubile"

Alfredo Bisordi
Alfredo Bisordi
«Habiendo dado la batalla que estoy dando, voy a mantenerme en el cargo hasta que me jubile.» La expresión (o el deseo) le pertenece al juez Alfredo Bisordi, uno de los cuatro magistrados en proceso de juicio político.

El camarista volverá hoy a su despacho tras finalizar una licencia médica que lo mantuvo alejado 30 días de la presidencia de la Cámara Nacional de Casación, el tribunal cuestionado por Néstor Kirchner.

Cuánto tiempo durará Bisordi en su puesto todavía no está muy claro. El magistrado fue el único de los jueces acusados que se animó a desafiar al Presidentey a responsabilizarlo por la presión que la Casa Rosada ejerce sobre los magistrados.

  • Presiones

  • «Como no me van a torcer el brazo..., me mandaron 700 personas alrededor de mi casa, me obligaron a gastar dinero para proteger mi domicilio. La SIDE me ha mandado a seguir y así los manifestantes descubrieron la nueva vivienda donde me he trasladado por un tiempo», disparó Bisordi en declaraciones al programa «Testimonios» de radio «América».

    El sábado pasado, la vivienda del juez fue el centro de un escrache que organizó la agrupación HIJOS, aunque Bisordi dijo que fue organizado por el gobierno.

    «Esto no es una obra de los organismos de derechos humanos, sino que el presidente de la Nación ha encabezado desde Córdoba esta ofensiva y la denuncia se basa en los dichos del Presidente.»

    El magistrado, que cuenta cosas por etapa, reveló que desde el oficialismo le «llegaron sugerencias» de que renuncie a su cargo de parte de una persona que conoce al diputado Carlos Kunkel.

    Según el relato de Bisordi, durante una cena que compartió en marzo con Kunkel, conoció a un allegado del diputado kirchnerista, quien tiempo después le sugirió «que renunciara porque, en caso contrario, iba a sufrir persecuciones». De esa cena participaron también -según Bisordi- el obispo castrense Antonio Baseotto, el ex ministro de la Corte Suprema Adolfo Vázquez, el defensor público oficial Juan Carlos Sambucetti y Rodolfo Alvarez, el colaborador de Kunkel que -dijo- le hizo la sugerencia.

    «En esa cena no se habló de nada. Yo creí que se iban a tratar cosas interesantes para el futuro de la Cámara, pero fue a traición porque ya estaba en marcha mi proceso de destitución y el de otros tres integrantes del tribunal», señaló el juez cuestionado.

    El encuentro se reprodujo luego del pedido de juicio político. Contó Bisordi que el supuesto emisario de Kunkel le dijo que le pedirse una licencia para no volver, ni siquiera a buscar sus libros. A cambio, podía asegurarse el retiro con todos los beneficios jubilatorios. Los que podía perder si era destituido. Además, le adelantó que la SIDE podía ocuparse de él a través de las agrupaciones Quebracho o HIJOS.

    Pese a las amenazas, Bisordi ratificó una vez más: «No voy a renunciar».

    Según el magistrado, en todos los expedientes que se citan en la denuncia como retrasados no hay intervención suya.

    El camarista dijo que los miembros del Consejo «no tienen ningún cargo» en su contra y ponderó la «imparcialidad y honorabilidad» del juez Luis María Cabral, el consejero encargado de tramitar el pedido de juicio político en su contra.

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