18 de mayo 2007 - 00:00

Otro testigo de Carrascosa que le sirvió de poco

Horacio «Yayo» Zarracán, concuñado de Carrascosa, prestódeclaración y admitió que en una reunión familiar se hablóde que el «pituto» pudo ser una bala.
Horacio «Yayo» Zarracán, concuñado de Carrascosa, prestó declaración y admitió que en una reunión familiar se habló de que el «pituto» pudo ser una bala.
En la noche del velatorio de María Marta García Belsunce apareció la sospecha de que el «pituto» fuera una bala. Lo dijo el concuñado de Carlos Carrascosa, Horacio «Yayo» Zarracán en la audiencia de ayer cuando declaró como testigo principal de la reunión entre los familiares de la víctima en la que se determinó tirar por el inodoro el famoso elemento.

El testigo, esposo de la hermana de la víctima (María Laura García Belsunce, quien declaró el miércoles), contradijo a Carrascosa, quien cuando fue indagado afirmó que tiraron el proyectil porque en ese momento creyó que se trataba de algo usado por los médicos cuando intentaron reanimar a su esposa.

En su declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de San Isidro, Zarracán detalló que poco después de que empezaran a velar a su cuñada, Constantino Hurtig --padrastro de María Marta-lo llamó al baño porque habían encontrado algo. Además, dijo que allí estaban Carrascosa, John Hurtig y Horacio García Belsunce y que éste último tenía «una piecita, una cosa chata llena de puntas, gris o plateada» que había tomado con un papel y que le preguntaron si sabía qué era. Sin embargo, cuando el fiscal Diego Molina Pico le preguntó si se barajó alguna otra posibilidad, «Yayo» Zarracán respondió sorpresivamente: «Alguien dijo que podía ser una bala, no recuerdo quién fue».

Todos los participantes de esa reunión en el baño están procesados por encubrimiento, ya que de común acuerdo arrojaron al inodoro lo que después resultó ser una de las seis balas que le dispararon a María Marta y que le rebotó en la cabeza. Zarracán no fue imputado por ese hecho y ayer se convirtió en el primer testigo de la reunión que dijo que en el encuentro se habló de la posibilidad de que fuera un proyectil, ya que los demás siempre afirmaron que la confundieron con un «pituto».

Ante la mirada atónita de los defensores de Carrascosa, el testigo trató de minimizar el episodio y señaló que esa reunión «duró uno o dos minutos» y que lo último que vio fue que Horacio dejó el «pituto» sobre la mesada del lavatorio.

Por otra parte, declaró un amigo del matrimonio Carrascosa, Miguel «Michael» Hamilton Taylor, quien defendió al viudo y a su cuñado Guillermo Bártoli. Negó que en los trámites funerarios hayan pedido evitar a la Policía o mencionado una posible cremación y criticó al fiscal por haberlo investigado por lavado de dinero.

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