Una disposición del Consejo de la Magistratura que obliga a los aspirantes a jueces a someterse a un examen psicológico y psicotécnico, como condición de aceptación antes de las entrevistas formales, está dividiendo posiciones en la Justicia. La resolución, que no se instrumentará hasta tanto no sea reglamentada -es decir, aún se desconocen quiénes realizarán los psicotest y qué tipo de métrica psicológica se utilizará-, ya generó posturas de fuerte rechazo.
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El proyecto fue firmado por Luis Enrique Pereira Duarte, presidente del Consejo de la Magistratura, entre otros, y afirma que «con carácter previo a la entrevista, la Comisión requerirá que se efectúe un examen psicológico y psicotécnico a los postulantes (...). Tendrá por objeto determinar su aptitud para el desempeño del cargo que en cada caso concurse».
Otro de los párrafos de la iniciativa indica que «el postulante que no concurra a la entrevista o no se someta al examen psicológico y psicotécnico quedará automáticamente excluido».
Aunque los profesionales de la salud se mostraron acordes con el hecho de examinar la psique de los postulantes, criticaron que el examen sea «excluyente».
Una de las posturas opositoras más fuertes la representó el camarista civil Claudio Kiper, quien votó en contra de ese proyecto en plenario del Consejo, dudó sobre «la funcionalidad» de la norma y sostuvo que «en un test de 20 minutos poco se puede determinar sobre el estado mental de una persona».
• Suerte
Kiper indicó que no se puede decidir la suerte de un juez o camarista por la forma en que «dibuja una casa o un árbol», y subrayó que en un concurso deben valorarse cuestiones «más cercanas al derecho».
El psicólogo Sergio Rodríguez, docente de la Universidad de Buenos Aires, comparó los estudios con los que se hacen para «cualquier trabajo» y dijo que tenían «una finalidad clara, que es advertir qué tipo de carácter tiene la persona».
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