16 de mayo 2008 - 00:00

Se complica el caso valijero: juez pide la captura para venezolanos

El escándalo del valijeroGuido Antonini Wilsoncomplica cada día más alentorno chavista. Lejosquedan los días en queFranklin Durán bromeabaen Miami comprandoelectrodomésticos.
El escándalo del valijero Guido Antonini Wilson complica cada día más al entorno chavista. Lejos quedan los días en que Franklin Durán bromeaba en Miami comprando electrodomésticos.
El juez Daniel Petrone, nuevo titular del juzgado donde se investiga en la Argentina el caso del valijero Guido Antonini Wilson, comenzó a analizar ayer la posibilidad de pedir la captura internacional del ex presidente de PDVSA Argentina, Daniel Uzcátegui Matheus y su hijo Diego Uzcátegui Specht -pasajero del avión alquilado por Enarsa en el que el venezolano llegó a Aeroparque con la valija de los u$s 800.000-. Ambos están citados, por tercera vez, para prestar declaración indagatoria en la causa el próximo 28 de mayo, pero su abogado volvió a pedir que les habilitaran la presentación por escrito para no tener que viajar de Caracas a Buenos Aires. La última postergación se lo había otorgado el juzgado cuando justificaron su ausencia en la falta de pasaportes al día para embarcar hacia la Argentina. Pero ahora la Justicia no esta dispuesta a concederles más plazo.

Así, Petrone les negó declarar por vía de exhorto y su abogado, Hugo Pinto, presentó un recurso de queja ante la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico por lo que se sabe que con seguridad no se presentarán al juzgado. Los Uzcátegui insisten con no venir a la Argentina porque temen quedar detenidos. El ex presidente de PDVSA Argentina y ex vicepresidente de la petrolera en su país debió renunciar cuando se desató el escándalo de la valija. Fue la cabeza que Chávez puso a disposición para calmar las acusaciones contra su gobierno, al mismo tiempo que Néstor Kirchner hacía renunciar aquí a Claudio Uberti, el ex jefe del OCCOVI y negociador comercial con Venezuela.

Petrone no sólo rechazó el pedido de Pinto, sino que también le advirtió que de no concurrir ese día al juzgado ordenaría la captura nacional e internacional de los venezolanos.

Esta última citación estaba pautada para el 6 de mayo pasado, pero Petrone, quien asumió a fines de abril, postergó la audiencia para antes poder leer el expediente.El 9 de abril los Uzcáteguino se presentaron en el juzgadopor problemas de pasaporte. Antes, habían faltado en otras dos oportunidades: en la primera, el abogado adujo no tener tiempo para leer el expediente y ver la acusación contra sus clientes, mientras que en la indagatoria fijada para el 27 y 28 de febrero pasado, los venezolanos directamente adujeron que se encontraban en el exterior. Tampoco en Venezuela se cuenta con una ubicación precisa de ellos.

El problema que mantiene congelada la causa es que hasta que no se concrete la indagatoria de los Uzcátegui, Petrone no puede citar a Uberti, tal como fue dispuesto por uno de los anteriores jueces subrogantes en la causa.

  • Explicación pendiente

    Los Uzcátegui deberán explicar en algún momento si finalmente se les toma indagatoria por qué gestionaron ante Uberti y Exequiel Espinosa, presidente de Enarsa que también formó parte del pasaje, que Antonini subiera al avión para trasladarlo a la Argentina con los u$s 800 mil, que terminaron incautados en el Aeroparque el pasado 4 de agosto. Ambos están acusados de presunto «contrabando agravado» y «lavado de dinero», los mismos delitos por los que la Justicia Argentina pidió en dos ocasiones la extradición de Antonini Wilson que seguramente no viajará al país por estar ya bajo el régimen de testigo protegido por el FBI y la fiscalía federal en Miami. Por eso esta semana la fiscal Rivas Díaz pidió que se autorizara el viaje de los secretarios de la fiscalía a EE.UU. para seguir de cerca el juicio que allí se sigue contra los venezolanos Franklin Durán, Carlos Kauffmann y Moisés Maiónica y el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello -estos tres últimos ya se declararon culpables y también colaboran con el FBI-, acusados de conspirar para conseguir que Antonini no revelara el origen y destino de los dólares del maletín.
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