19 de mayo 2008 - 00:00

Se extiende pesquisa de Skanska; llega a Yacyretá

Norberto Oyarbide
Norberto Oyarbide
Una obra en la represa de Yacyretá con participación de Skanska generó una nueva sospecha de presuntos sobreprecios o sobornos, según se desprende de la investigación que la Justicia realiza por presuntos pagos de coimas por parte de la empresa sueca en la ampliación de gasoductos.

En el expediente que lleva el juez federal Norberto Oyarbide, se menciona el megaproyecto que transportará 500 kilovatios desde la represa de Yacyretá al centro del país, y para el que fuera subcontratada para su ejecución Skanska.

La empresa sueca habría pagado o estado a punto de pagar 15 millones de dólares y, según surge del expediente judicial, dos personas ligadas a la empresa habrían advertido a la central sueca la irregularidad, de acuerdo a un informe citado ayer por los diarios «Crítica» digital y «Clarín» que hasta anoche no había merecido respuesta oficial.

La primera sospecha surge de un correo electrónico que envió el ex número dos de Skanska en la Argentina, José Alonso, a la casa central en Estocolmo, donde el ex ejecutivo advierte sobre «un plan de sobornos de Electroingeniería», la empresa que subcontrató a la compañía sueca.

  • Alarmas

    «Fui la única persona de la junta directiva que hizo conocer alarmas previas. La violación ética (cometida) ejecutó y abortó coimas por 5 millones de dólares y 10 millones (respectivamente) y negocios personales en casi 5 millones» más, señala el e-mail.

    De acuerdo a este mensaje, los cinco primeros millones se destinaban a la participación de Skanska en la ampliación de gasoductos y que de los otros 10 millones más, 5 tratarían sobre lo que Alonso llama «línea de Electroingeniería» o un presunto «plan de sobornos de Electroingeniería».

    En tanto, de la investigación también surge que un gerente comercial de la firma sueca, Javier Azcárate, habría confesado irregularidades en una conversación grabada de manera oculta por el auditor de Skanska, Claudio Corizzo, y que fue tomada el año pasado de una laptop por el primer juez del caso, Javier López Biscayart.

  • Explicación

    «Las líneas están arregladas. Hay que poner 7,5 por ciento más los costos, está todo incluido. Ya sabíamos, antes de hacer la oferta, que la íbamos a ganar. Y son 100 millones de dólares», explicó Azcárate.

    Tras hacerse público el caso de las facturas truchas, la casa matriz de Skanska decidió dejar de hacer obra pública en la Argentina, lo que generó el retiro del megaproyecto de los 500 kilovoltios que tiene en sus manos la firma cordobesa Electroingeniería.

    En aquella charla grabada con Corizzo, Azcárate se quejaba de esa decisión, instrumentada aquí por el entonces CEO, Gustavo Vago. En estos términos: «Acá hay un compromiso. Si lo rompés, éstos te limpian. Acá hay un negocio de 100 millones de dólares. La parte nuestra, más lo de ellos. Yo no sé, 200 palos verdes...

    «¿Y vos le vas a tirar el negocio abajo al tipo que hizo el fronting, al Muchacho, al Pingüino de acá dos cuadras...?», fueron las palabras.

    La interconexión eléctrica desde Yacyretá debería estar lista a fin de año. El costo sería de entre 900 y 1.100 millones de dólares, porque a los aportes originales se le fueron sumando reasignaciones presupuestarias de la Jefatura de Gabinete.

    Sin embargo, el contrato entre Skanska y Electroingeniería no es objeto hasta ahora de ninguna investigación judicial debido a que el juez Oyarbide sólo investiga presuntas coimas y sobreprecios en la ampliación de gasoductos.
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