3 de marzo 2005 - 00:00

Se vienen más procesamientos y detenciones

Walter Beltrame es retirado de los Tribunales luego de una extensa jornada de careos y de interrogatorios. El juez definiría el viernes o el lunes su situación procesal.
Walter Beltrame es retirado de los Tribunales luego de una extensa jornada de careos y de interrogatorios. El juez definiría el viernes o el lunes su situación procesal.
La Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico de la Capital Federal estaría en condiciones, el viernes, de confirmar el procesamiento del gerente comercial de Southern Winds, Fernando Arriete y revocar la «falta de mérito» de Claudio Tamburrini. Se trata del jefe de base de SW en España, encargado de retirar los bultos y valijas que llegan en el vuelo semanal al aeropuerto internacional de Madrid, así como de esperar a los pasajeros frecuentes o personal de la empresa.

Existían dudas ayer sobre la situación procesal de otro de los detenidos: Claudio Baudino. La versión más fuerte indicaba que el Tribunal se inclinaría por el desprocesamiento del supervisor de tráfico de la línea aérea en Ezeiza, a quien la empresa SW no denunció.

La definición de los camaristas deja en condiciones al juez Carlos Liporace para ordenar la detención de Tamburrini y avanzar en el procesamiento de Beltrame hijo, que podría conocerse entre el viernes y el lunes.

La detención de Tamburrini, parece clave en este caso por su vinculación con la pareja de españoles detenida por tráfico de drogas en Cádiz. El empleado de SW había sido detenido en diciembre del año pasado, pero logró la «falta de mérito» por una decisión del juez subrogante Horacio Artabe, quien lo dejó en libertad y le devolvió el pasaporte. En poder del empleado de SW se habrían encontrado tarjetas de funcionarios de la embajada argentina en España, tarjetas de Toimil Batán y González Villar, la tarjeta de un restorán que la pareja tiene en la península, una agenda electrónica y un celular.

El Tribunal compuesto por los jueces Roberto Hornos, Carlos Pizzatelli y Marcos Graviker, le pidió ayer por 24 horas el expediente del caso Southern Winds a Liporace. Según algunas fuentes, además de resolver los procesamientos podrían sugerir algunos lineamientos a seguir en la investigación que podrían complicar la situación de los hermanos Maggio, directivos de SW.

Ayer
Beltrame (h) fue sometido a una serie de careos con empleados jerárquicosde la aerolínea con quienes habría mantenido contradicciones. Uno de ellos fue Ricardo Caso, gerente de Seguridad de SW; luego fue enfrentado con Gilberto Lepori, gerente de Marketing y, finalmente, con Salvador Florio, jefe de base en Ezeiza.

Florio
recordó que, en setiembre, Beltrame se presentó con «tres valijas y un bolso» con el propósito de que fueran embarcadas en un vuelo de la empresa con la excusa de que las mismas se encontraban en tránsito y que sus dueños viajaban en otro vuelo de la compañía.

El jefe de base de Ezeiza insistió ante el juez que se negó a embarcarlas. Las
«valijas solas no viajan», dice que le dijo, ante lo cual Beltrame le afirmó que era una orden del gerente comercial, Arriete.

Según las fuentes,
Beltrame reconoció el episodio, pero negó haber dicho que la orden de embarcar ese equipaje provino de Arriete.

• Prolongación

El defensor de Beltrame, Ricardo Russian volvió a insistir de que a su defendido «le quieren hacer pagar los platos rotos» y estimó que el juez Liporace tendría que extenderse «un poco más hacia el último en jerarquía de la empresa y prolongar hacia arriba» las responsabilidades por la maniobra.

Los abogados se molestaron por la extensa jornada de interrogatorio y careos a la que fue sometido su defendido.

No fue casual que los letrados denunciaran
«privilegios» para algunos detenidos y deslizaran que la descortesía de Liporace pudiera tener sentido en «presiones políticas».

«No queremos que se politice la causa judicial. Nuestro defendido ha aportado las suficientes pruebas y elementos. Ahora el juez debería investigar hacia arriba»,
enfatizaron.

Los abogados confirmaron también que el comodoro
Alberto Beltrame le dijo al juez Liporace que cada miembro de la Fuerza Aérea que «se metía con los aviones de Southern Winds era separado de la fuerza».

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