11 de mayo 2007 - 00:00

Volvieron a allanar Skanska; también a brasileña Odebrecht

Javier López Biscayart
Javier López Biscayart
La filial argentina de la empresa sueca Skanska volvió a ser allanada ayer por orden del juez federal Guillermo Montenegro. El operativo fue algo más dificultoso que el realizado en la víspera. Personal de la empresa se habría mostrado reticente a entregar la documentación que el juez dispuso retirar a través de una «orden de presentación», según fuentes judiciales.

El operativo también se extendió a la multinacional brasileña Odebrecht con el propósito de secuestrar documentación relacionada con la investigación que intenta determinar si se pagaron coimas en la construcción de dos gasoductos. Entre los documentos hay informes sobre los precios que se fijaron para construir la planta del gasoducto del Norte y del Sur.

Montenegro había realizado procedimientos en esas firmas, pero en la dirección que Odebrecht designó ante la AFIP no existía empresa alguna, mientras que en Skanska se encontró con alguna reticencia en la entrega de documentación.

Tras el procedimiento, la compañía de origen brasileño informó que se abocó a «responder en forma inmediata» la solicitud que por escrito le hizo llegar el juez Montenegro, relacionada a las obras de ampliación del Gasoducto del Sur realizadas en 2005.

«La compañía actúo con celeridad al recolectar la documentación demandada en la 'orden de presentación' de información recibida y la remitió, en tiempo y forma, ,cumplimentando con la requisitoria del magistrado», señaló la empresa.

Reafirmó, además, su predisposición a «contribuir con el esclarecimiento de esta investigación, así como también cualquier pesquisa en la que la Justicia nacional demande la colaboración de la compañía».

  • Golpeados

    El caso Skanska no sólo ha golpeado al gobierno sino también en el sector empresario. El juez Montenegro busca establecer si el precio que se fijó para la ampliación del Gasoducto del Norte fue un «error de ecuación económica», es decir, sin tener en cuenta el precio que marcaba el mercado (la hipótesis oficial) o se trató de un sobreprecio para disimular el pago de coimas.

    Las pruebas reunidas en la Justicia alientan sospechas de que los negocios ilegales no habrían sido celebrados sólo por privados.

    En tanto, en la causa paralelaque investiga el juez Javier López Biscayart seis ex directivos de Skanska que habían sido detenidos el pasado martes fueron liberados bajo fianza en la madrugada de ayer.

    Todos recuperaron la libertad después de que depositaran fianzas de entre 20.000 y 50.000 pesos cada uno.

    En cambio, el magistrado rechazó una petición de excarcelación formulada por Alfredo Greco, un contador que también había sido detenido el martes y es sospechoso de haber actuado como intermediario en las maniobras irregulares.

    Quienes recuperaron la libertad son los ex directivos de Skanska José Alonso, Alejandro Gerlero, Roberto Zareba, Eduardo Varni y Javier Azcárate, además del empleado de la multinacional sueca Atilio Fuentes.

    Los seis declararon como sospechosos ante López Biscayart, que investiga a decenas de empresas, entre ellas Skanska, por evasiones del pago de impuestos cometidas por medio de facturas falsas que les proveía la firma «fantasma» Infiniti Group.

    La constructora sueca ha aclarado que se trata de directivos de distinto nivel que la propia compañía despidió el año pasado, cuando detectó irregularidades en su filial argentina.

    Adrián Félix López, uno de los detenidos miembros de Infiniti Group, deslizó que la facturación irregular de esa firma encubría un pago de sobornos con el objetivo de que se adjudicaran obras de gasoductos a Skanska.
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