29 de octubre 2019 - 00:00

Kicillof recalentó la transición con Vidal con duro diagnóstico

A partir del 10 de diciembre, el Frente de Todos será la primer minoría en Diputados mientras que en el Senado, Juntos por el Cambio tendrá mayoría.

Debut. Kicillof y Verónica Magario encabezaron ayer la primera conferencia de prensa tras el triunfo.
Debut. Kicillof y Verónica Magario encabezaron ayer la primera conferencia de prensa tras el triunfo.

De la mano de un duro diagnóstico del presente económico, financiero y social de la provincia, el flamante gobernador electo Axel Kicillof confirmó que esta semana mantendrá el primer encuentro de transición con María Eugenia Vidal y le reclamó poner “en blanco sobre negro en este mes y medio la situación real de la provincia” antes del recambio del 10 de diciembre, “no para hablar de pesada herencia y sí para gestionar y resolver”.

Además pidió que hasta ese recambio “se gobierne con mucha responsabilidad” y advirtió que no van a “cogobernar”.

El exministro de Economía de Cristina de Kirchner reveló que mantuvo un diálogo (en la mañana de ayer) con Vidal y que la dirigente de Juntos por el Cambio “se puso a disposición”. Luego de ese cara a cara con la mandataria -atado, en rigor, a la agenda del electo- se activarán reuniones por área.

Pero Kicillof recalentó la previa con una crítica descripción de la provincia, a la que insistió en calificar de “tierra arrasada” por la pérdida de puestos de trabajo y de empresas y por la vulnerabilidad social, con “números muy malos y muy preocupantes a nivel nacional y provincial”.

“Tenemos muchas cosas para ir revisando y encaminando de aquí al cambio de gobierno”, resaltó, tras su victoria ante Vidal en los comicios del domingo con el sello del Frente de Todos por 52,28% contra 38,39%, y hombro a hombro con la vicegobernadora electa, Verónica Magario.

En esa línea, Kicillof hizo hincapié en que Buenos Aires enfrentará en enero vencimientos de deuda por u$s570 millones. “Queremos conocer el cronograma de vencimientos y qué tenían planeado para cumplirlo”, sostuvo. Y cuestionó la millonaria pérdida de reservas desde las PASO (ver aparte).

El diputado nacional además pidió conocer en detalle la situación presupuestaria provincial y advirtió que “se elevó el endeudamiento, con una deuda de u$s80 mil millones, con el 80% en dólares y con vencimientos mayormente en los próximos 4 años por u$s9 mil millones”.

“Hay una situación financiera que se trató de esconder o disimular”, disparó. Y dijo que “el último” intento fue el pasado viernes, a partir de la pretensión del Gobierno de Vidal de “que el Banco Provincia le refinancie una deuda al Tesoro” frente a un vencimiento del Bono PBD19 por $4.256 millones el 6 de diciembre, para que “lo pague el Gobierno que viene”.

“Lo que pedimos es que los problemas que tenga Buenos Aires para cerrar el año que no se resuelvan tomando recursos de otras dependencias de la provincia”, advirtió, frente a que -dijo- “lo que están reconociendo es que no le alcanza la plata”.

Además anticipó que pedirá a Vidal que “se ocupe en esta transición de intentar resolver varios de los problemas nuevos que se plantearon, como los de la infraestructura escolar y hospitalaria”.

Con ese telón de fondo, disparó que “la enorme mayoría electoral que representamos tiene que ver con el fracaso de la gestión en todos los renglones”. Y enfatizó que encarará desde diciembre “un gobierno de gestión y no de marketing”, frente a una provincia “con muchas más necesidades y con muchos menos recursos”.

Por su parte, Magario remarcó que “es tiempo de ir en busca de soluciones reales para una nueva provincia que hay que construir a partir de ahora”. “Fue una campaña dura, donde hubo agresiones y cuestiones que no hacen a las vivencias de la gente, y es tiempo de terminar con esta grieta, estas peleas que nos separan a los argentinos”, enfatizó.

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