18 de abril 2019 - 00:01

La corrupción, el sino que persiguió al hombre de las resurrecciones

"En mi primer mandato, yo era un hombre terriblemente ideologizado", reconoció en 2006.

Dolor. Pese a las polémicas que lo rodearon, muchos militantes apristas seguían considerando a Alan García una referencia clave.
Dolor. Pese a las polémicas que lo rodearon, muchos militantes apristas seguían considerando a Alan García una referencia clave.

Lima - Escapó por los techos y se asiló en la embajada de Colombia para evitar caer preso por corrupción en la década de 1990, asumió dos veces la presidencia de Perú con estilos opuestos y dijo hasta último minuto que no tenía miedo de la justicia.

Pero ayer, el expresidente peruano Alan García se disparó en la cabeza cuando la policía llegó a su casa para detenerlo por cargos relacionados a un esquema de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Desde muy joven, el carismático político se obsesionó con dejar huella y lo hizo primero al gobernar, entre 1985 y 1990, con un estilo izquierdista y populista que generó una recesión e hiperinflación. Luego, entre 2006 y 2011, llevó al Palacio Pizarro una gestión liberal alentada por los altos precios de las materias primas.

“Necesito dejar en la historia del Perú mi nombre bien puesto”, afirmó en varias entrevistas. Sin embargo, su nombre se vio manchado por varios casos de corrupción.

Odebrecht desató el mayor escándalo de corrupción en América Latina tras admitir en 2016 que pagó sobornos para ganar contratos de obras públicas. El exmandatario, que tuvo seis hijos y dos matrimonios, rechazó en varias oportunidades las acusaciones y afirmó que era perseguido por sus enemigos políticos, lo que lo llevó incluso a pedir asilo a Uruguay.

Durante su primer Gobierno se enfrentó a los organismos multilaterales y a los empresarios al negarse a pagar la deuda e intentar estatizar la banca. Pero luego, en su segundo mandato, fue aplaudido por los inversores al abrir la economía y lograr que Perú recibiera el ansiado grado de inversión.

En junio de 1986, enfrentó una crisis política luego de que las fuerzas de seguridad asesinaran a cientos de rebeldes guerrilleros presos en dos cárceles de Lima, lo que golpeó su reputación de defensor de los derechos humanos. Un año más tarde, intentó nacionalizar la banca privada y luego el país se sumió en una crisis económica y una hiperinflación del 2.000% anual, en medio de graves acusaciones de corrupción y un incremento de la violencia de los grupos guerrilleros Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

“En mi primer Gobierno, yo era un hombre terriblemente ideologizado”, dijo García en 2006.

En 1992, un autogolpe del entonces presidente Alberto Fujimori llevó a García a asilarse en Bogotá y luego viajar a París, en momentos en que enfrentaba acusaciones de enriquecimiento ilícito.

En abril de ese año, los militares llegaron en tanques a su casa. Pero él huyó por los techos de las viviendas vecinas para ocultarse en un edificio en construcción durante 48 horas, tras haber sido informado de un supuesto plan para asesinarlo.

Mientras buscaba refugio, García aseguró haber visto cómo los militares rodeaban su hogar, donde permanecieron su esposa e hijos. Recién 72 horas después logró refugiarse en la casa de unos amigos para informar a su esposa “que no estaba muerto”.

Tras nueve años de permanecer alejado de Perú y luego de que la justicia declarara prescritos los delitos que se le imputaban, García regresó en 2001. Cinco años más tarde, volvió a ser presidente.

García nació en Lima el 23 de mayo de 1949 en ausencia de su padre, a quien conoció a los cinco años porque estaba preso debido a su militancia en el Partido Aprista, que era ilegal en esa época. Su madre, la profesora Nytha Pérez, también fue fundadora del grupo.

Tras graduarse en de Derecho en la Universidad Nacional de San Marcos, estudió posgrados en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid y en Sociología en la Sorbona.

Agencia Reuters

INTERNADO

El detenido exmandatario de Perú Pedro Pablo Kuczynski fue internado ayer en la terapia intensiva de la clínica Angloamericana, en San Isidro (Lima), debido a un cuadro de hipertensión.

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