29 de junio 2012 - 00:00

Lo que se dice en las mesas

Christian Melhem
Christian Melhem
Cierra hoy el primer semestre del año con un clima de decepción entre operadores. Es que había comenzado 2012 con tanto entusiasmo y jugosas ganancias, que nadie avizoraba que tan rápido se esfumaran utilidades. Una vez más, la Unión Europea, y Merkel puntualmente para el mercado, es la responsable de este giro en las cotizaciones. En lo estrictamente doméstico, la batalla con Moyano lideró en rating las conversaciones entre operadores. Pasó casi desapercibido el anuncio de Cristina de Kirchner del bajo nivel de endeudamiento doméstico. Expropiaciones e INDEC matan esas noticias. Eventos de todo tipo en la última semana, desde los deportivos (partidos de River y Boca en los que empresas y bancos agasajan a clientes) hasta casamientos como el del abogado Mariano Mendilaharzu con Carola Di Bartolo. Casi 200 personas en M, ex Michelangelo, con la llegada de empresarios de México, amigos de la pareja, y de California. Entre los invitados, Horacio Rodríguez Larreta con Bárbara Diez, Alejandro Bengolea y Zelmira Peralta Ramos, Esteban Ferrari y Bárbara Bengolea, Augusto Rodríguez Larreta y Julieta Spina, y el «Pato» Rotman, socio de Carlos Melconian. Entre la comida y la presentación del grupo Virus, en las mesas se hablaba del dólar «blue», Moyano y un pase financiero: vender Boden 2012 ahora y comprar cupón del PBI.

La caída al menor nivel en nueve meses del precio del petróleo puede representar una oportunidad para los que creen que la tendencia es alcista, tratándose de un bien escaso y de la tendencia mundial de consumir cada vez más energía. Una posibilidad es apostar por un índice que multiplica la tendencia del crudo, que cotiza con las siglas UCO. Se trata, por supuesto, de un producto dirigido a quienes están dispuestos a soportar altos niveles de volatilidad. Hace apenas un par de meses cotizaba a u$s 44, pero ayer cerró en apenas u$s 23, lo que representa una caída de casi un 50%. Por supuesto si el WTI volviese a la zona de los u$s 100, como llegó a tocar en el primer trimestre del año, la ganancia para los inversores resultaría espectacular.

El retroceso de los depósitos en dólares generó algunos contratiempos para los bancos, pero también oportunidades. Ante la menor disposición de divisas baratas, las entidades decidieron recortar los préstamos en dólares para comercio exterior, en algunos casos cortando líneas y en otros subiendo drásticamente las tasas. Pero al mismo tiempo, como cada vez que crece la avidez por billetes, aumenta en forma paralela el pedido de cajas de seguridad. El ajuste de precios de cajas es cada vez más acelerado y en la mayoría de los casos supera el 50% anual. Pero la demanda no decae. Los que ya tienen una no la dejan y los que quieren un lugar donde dejar los billetes están dispuestos a pagar lo que le piden. Hoy una caja de seguridad «estándar» no baja de los $ 1.500 anuales y para tamaños un poco más grandes puede superar tranquilamente los $ 2.500. El débito trimestral, por otra parte, les permite a los bancos retocar más seguido los precios. Hoy el BCRA informará una caída de depósitos en moneda extranjera apenas inferior a los u$s 300 millones la semana pasada, con la salvedad de que hubo un día feriado, por el cual la pérdida diaria había superado levemente los u$s 70 millones. La tendencia de esta última semana también se mantuvo declinante.

Los controles cambiarios afectan a las empresas y al público con capacidad de ahorro, pero también a los trabajadores extranjeros empleados en el país. Las restricciones para girar divisas al exterior provocarán en el corto plazo que muchos ya no estén dispuestos a seguir trabajando en el país, ante la imposibilidad de enviar remesas a sus familias. Lo concreto es que las condiciones que imponen las compañías que efectúan envíos al exterior resultan a todas luces abusivas. El monto máximo que se autoriza mensualmente a los extranjeros es de $ 1.200. Pero eso no es todo, sino que además la comisión por cada envío es equivalente a 50 dólares, o sea que llega al 25%. Tras la reforma de la Carta Orgánica, el Central debe comenzar a supervisar a estas compañías, pero hasta ahora no determinó cómo lo hará.

No hay milagros: el «oso» mantiene su pesimismo financiero. En su último informe, este ejecutivo de banca privada que se pertrecha detrás de ese seudónimo le apuntó a todo: desde Merkel hasta el JP Morgan. Y por si fuera poco, ya se está en pleno verano en el hemisferio norte, por lo que, las jugadas de alto riesgo, como las de los papeles argentinos, se dejan de lado en general con operadores de vacaciones. Esto es lo que el «oso» ve venir: «1) la solución que todos esperan ha sido descartada nuevamente por Merkel, que es la de un eurobono; por el lado de EE.UU., las cosas no están mucho mejor ya que la actividad se está frenando, y los números de la economía son muy moderados, la semana que viene tendremos el número de desempleo; 2) tendría cuidado con los bancos teniendo en cuenta que se dice que la pérdida que anunció JP Morgan hace 30 días de u$s 2.000 millones sería de 9.000 millones y todavía les queda la mitad de esas posiciones en cartera; 3) por el lado de nuestra región, los bonos de Venezuela siguen muy firmes teniendo en cuenta que el petróleo está en 80 dólares; distinta es la realidad de la Argentina: por un lado, tenemos los bonos soberanos que se han estabilizado, pero los corporativos y provinciales siguen bajando; evidentemente los administradores de cartera no son optimistas en los próximos meses ya que no tienen claro hacia dónde vamos y lejos de ver una reversión a la situación actual ven un deterioro aún mayor; 4) también Brasil ha empezado a sufrir las consecuencias de un enfriamiento global y hoy (por ayer) sus bancos grandes han sufrido una rebaja en sus calificaciones, lo cual es razonable, pero deberemos seguir el valor de su moneda ya que no hay que olvidarse que las deudas son en dólares y ellos recaudan en reales; por ese motivo hay que buscar empresas exportadoras o con bajo nivel de endeudamiento; 5) mañana (por hoy) termina junio y luego de haber tocado un mínimo la primera semana en 1.266 (intradiario) el S&P subió hasta 1.363 (el 19/6) y a partir de allí hemos iniciado un proceso de montaña rusa dominado por los operadores técnicos; 6) si me tengo que guiar por los fundamentos y los análisis técnicos, creo que el mercado debería volver a los mínimos de hace 30 días para de alguna manera convalidar los rendimientos de los bonos norteamericanos (que siguen muy bajos) y los europeos como Italia y España, que siguen subiendo; 7) en este contexto y teniendo en cuenta que empieza el verano en el hemisferio norte, yo sería muy cauto». Tiene el pesimismo en la sangre el «oso». En la vereda opuesta, y desde Azul Profundo, epicentro financiero en la zona de Retiro, llegan los comentarios de un veterano de guerra de la Bolsa de Comercio, el «maitre». Dice que «ante los avatares que están sufriendo los mercados globales, sería bueno refugiarse en activos con fuerte potencial al alza. Un papel que cumple esa premisa es el ADR de Petrobras (PBR) y su gemelo local, APBR, ya que el crudo está muy devaluado y los osciladores dan sobreventa; por lo tanto estaría generando un rebote en el corto plazo». Buen dato. Agrega que «otra acción para tener presente es Siderar (ERAR) y Aluar (ALUA) ya que ante una eventual corrección cambiaria con el dólar se verían favorecidas debido a que un alto porcentaje de lo producido se exporta». Su último consejo: «conservar algo de liquidez para aprovechar alguna ganga».

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