12 de diciembre 2024 - 09:39

El día que Carlos Slim fue declarado muerto por el médico que lo operó: un milagro le salvó la vida

Debido a problemas en el corazón, el hombre más rico de México casi pierde la vida en un qurófano de Hosuton en 1997. Conoce la hsitoria.

Carlos Slim Helú fue declarado muerto en 1997 por un médico.

Carlos Slim Helú fue declarado muerto en 1997 por un médico.

En la vida del magnate mexicano Carlos Slim Helú, dueño de un emporio que incluye gigantes como Grupo Carso y América Móvil, existen episodios que reflejan su capacidad de superar retos tanto empresariales como personales. Uno de los momentos más críticos ocurrió en octubre de 1997, cuando el empresario estuvo al borde de la muerte tras una cirugía de corazón en Houston, Texas.

Slim, quien en aquel momento tenía 57 años y ya era reconocido como una de las personas más ricas de México, había enfrentado problemas de salud desde principios de la década. En 1992, una cirugía cardiovascular en la Ciudad de México marcó el inicio de una serie de complicaciones médicas relacionadas con un aneurisma que le provocó un derrame en el corazón. Pese a la operación, su salud seguía comprometida.

En el otoño de 1997, Slim ingresó al hospital Humana en Houston bajo el seudónimo "Carlos Delgado" para evitar atraer la atención mediática. Fue sometido a una operación de alto riesgo para tratar un aneurisma aórtico. Durante el procedimiento, sus signos vitales desaparecieron en tres ocasiones, llevando a uno de los médicos a salir del quirófano para anunciar lo que parecía inevitable: Carlos Slim había fallecido.

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La milagrosa recuperación y el apoyo familiar

Sin embargo, lo que sucedió después fue descrito como un milagro. Slim recuperó los signos vitales y logró sobrevivir a la compleja intervención quirúrgica. Según su biógrafo, José Martínez, el magnate mismo ha reconocido que "viajó al más allá y regresó milagrosamente".

La recuperación no fue sencilla. Slim permaneció bajo cuidados intensivos y en rehabilitación durante tres meses y medio, tiempo en el que fue atendido por su familia, particularmente por su hija Soumaya Domit, quien jugó un papel crucial al trasladarlo a Houston en un momento de crisis.

Este episodio marcó un antes y un después en la vida del empresario. Aunque ya había demostrado su capacidad para superar desafíos en los negocios —como la adquisición de Telmex en 1990, que lo catapultó al listado de Forbes—, este evento reforzó su enfoque en la salud y el tiempo dedicado a su familia, valores que siempre ha mencionado como pilares fundamentales en su vida.

A más de 25 años de aquel incidente, Carlos Slim continúa siendo una figura emblemática no solo en el mundo empresarial, sino también como ejemplo de resiliencia ante las adversidades.

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