El IMSS atraviesa una de las transformaciones más relevantes de su historia en materia de pensiones. El régimen de la Ley 73, durante décadas considerado el más favorable para los trabajadores, se encuentra en su etapa final y su desaparición ya no es un tema del futuro lejano, sino una realidad en proceso. Aunque su extinción legal está programada para los próximos años, el universo de nuevos beneficiarios prácticamente se ha cerrado.
IMSS Ley 73 tiene muy cerca su final: en este año ya no habrá nuevos pensionados
IMSS avanza al fin de la Ley 73: ya no habrá nuevos pensionados jóvenes y el retiro dependerá de la Ley 97 y del ahorro en Afore.
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IMSS Ley 73 tiene muy cerca su final: en este año ya no habrá nuevos pensionados
En términos prácticos, este año marca un punto de quiebre: ya no se incorporan nuevos perfiles jóvenes al esquema de la Ley 73. Solo quienes comenzaron a cotizar antes de julio de 1997 y cumplen condiciones específicas podrán acceder a este régimen. Para el resto de los trabajadores, el camino hacia la jubilación está definido por reglas completamente distintas.
El cambio no es menor. La salida gradual de la Ley 73 del sistema del IMSS implica el fin de un modelo solidario y el dominio absoluto de las cuentas individuales. Esto obliga a millones de personas a replantear desde hoy su estrategia de retiro, su nivel de ahorro y su relación con las Afores.
IMSS Ley 73: por qué se despide en 2039
La Ley 73 del IMSS aplica exclusivamente a trabajadores que comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997. Bajo este esquema, el monto de la pensión se calcula con base en el salario promedio de los últimos años laborados y las semanas cotizadas, con el Estado como garante del pago mensual de por vida.
Sin embargo, este régimen tiene fecha de caducidad. Se estima que entre 2039 y 2044 dejarán de existir nuevos pensionados bajo la Ley 73, una vez que la última generación elegible alcance la edad de retiro. Por esta razón, aunque legalmente aún está vigente, su alcance real es cada vez más reducido y limitado a un grupo específico de trabajadores, en su mayoría mayores de 45 años.
En contraste, la Ley 97 —vigente para quienes comenzaron a cotizar desde julio de 1997— funciona bajo un sistema de capitalización individual. Aquí no existe una pensión garantizada por el Estado: el monto final depende exclusivamente del ahorro acumulado en la Afore, los rendimientos obtenidos y las aportaciones voluntarias realizadas a lo largo de la vida laboral.
Para 2025, el requisito mínimo para pensionarse bajo la Ley 97 es de 850 semanas cotizadas y una edad de 65 años. Este número seguirá aumentando gradualmente hasta llegar a 1,000 semanas en 2031. Esto significa que quienes no mantengan una trayectoria laboral constante o no complementen su ahorro podrían enfrentar pensiones considerablemente más bajas.
El cierre progresivo de la Ley 73 pone sobre la mesa un reto clave: la planeación financiera de largo plazo. A diferencia del modelo anterior, ahora el trabajador debe asumir un rol activo en la construcción de su retiro. Las aportaciones voluntarias, el ahorro complementario y la diversificación de inversiones ya no son opcionales, sino necesarias.
Además, este cambio subraya la urgencia de fortalecer la educación financiera. Conocer cómo funciona una Afore, entender los rendimientos, comisiones y opciones de inversión puede marcar la diferencia entre una pensión limitada y una jubilación más estable.
El fin de la Ley 73 no solo representa el cierre de una etapa histórica del IMSS, sino también una llamada de atención para las nuevas generaciones. El retiro ya no depende de promesas institucionales, sino de decisiones que se toman desde hoy.
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