Inició como una unión de productores en Coahuila y ahora es uno de los imperios más poderosos de México: factura millones de dólares al año

Grupo Lala pasó de ser una pequeña unión en Coahuila a un gigante que factura millones; su expansión internacional lo posiciona entre los líderes mundiales.

Inició como una unión de productores en Coahuila y ahora es uno de los imperios más poderosos de México: factura millones de dólares al año

El mundo de los millonarios no se limita únicamente a grandes fortunas personales o empresarios de renombre, también existen corporaciones que, con el paso del tiempo, se transforman en verdaderos emporios capaces de generar miles de empleos y facturar millones de dólares al año. En México, un caso emblemático es el de Grupo Lala, empresa que nació en el norte del país como una pequeña unión de productores y hoy es uno de los grupos alimenticios más importantes a nivel global.

La historia de esta compañía refleja la evolución de la industria láctea mexicana y el poder de la organización colectiva. Lo que inició como un esfuerzo local para procesar y distribuir leche en la Comarca Lagunera terminó convirtiéndose en un conglomerado con presencia internacional. Su desarrollo ha estado acompañado de innovación tecnológica, compromiso social y una capacidad de expansión que pocas firmas mexicanas han logrado.

Actualmente, Grupo Lala no solo se encuentra entre las marcas más reconocidas en México, sino que también ha logrado abrirse camino en mercados estratégicos como Estados Unidos, Brasil y Centroamérica. Con una estrategia que combina tradición, modernización e investigación, la empresa continúa consolidando su lugar como uno de los gigantes más sólidos del continente.

Cómo inició Grupo Lala

Los orígenes de Grupo Lala se remontan a 1949, cuando en Torreón, Coahuila, un grupo de productores de leche decidió organizarse bajo la Unión de Crédito de Productores de Leche de Torreón. Un año más tarde, en 1950, nació Pasteurizadora La Laguna, la primera planta de la compañía, que permitió llevar productos lácteos frescos y pasteurizados a la población local.

Durante las décadas siguientes, la empresa fue ampliando sus operaciones, adoptando nuevas tecnologías de pasteurización y distribución. En 1985 ya se había consolidado como una organización con alcance nacional. Ese mismo año se creó la Fundación Lala, con el propósito de llevar recursos básicos a comunidades marginadas, mostrando desde entonces un fuerte compromiso con la responsabilidad social.

En 1987 la compañía inauguró su primera planta de ultrapasteurización, un paso clave en la industrialización de sus procesos. Dos años después impulsó el Maratón Internacional Lala, una de las competencias más importantes del país, cuyos recursos han sido destinados a proyectos de salud pública. Estas iniciativas marcaron el rumbo de la empresa: crecimiento sostenido, innovación y conexión con la comunidad.

La exitosa actualidad de Grupo Lala

El nuevo milenio representó una etapa de expansión acelerada para Grupo Lala. En 2003 adquirió la marca Nutri-Leche y en 2008 dio un paso decisivo hacia la internacionalización al comprar una planta en Nebraska, Estados Unidos. En paralelo, extendió su presencia en Centroamérica y Sudamérica, comprando empresas en países como Nicaragua, Colombia y Brasil.

La consolidación financiera llegó en 2013, cuando lanzó su oferta pública en la Bolsa Mexicana de Valores, lo que le permitió atraer inversiones y fortalecer su estructura. Para 2017, la compra de la compañía brasileña Vigor, por más de 1,800 millones de dólares, confirmó su estatus como una multinacional con enorme capacidad competitiva.

En el terreno de la innovación, la empresa ha invertido millones de dólares en centros de investigación y desarrollo. Uno de sus mayores logros fue obtener, en 2019, la patente del primer proceso de fabricación de leche 100% libre de lactosa en México, un avance que marcó un hito para la industria.

Hoy, Grupo Lala factura miles de millones de dólares al año, cuenta con decenas de plantas de producción y emplea a miles de trabajadores en México y el extranjero. Su portafolio no solo incluye lácteos, sino también carnes frías y productos funcionales diseñados para atender distintas necesidades nutricionales.

De esta forma, lo que comenzó como un esfuerzo de productores locales en la Comarca Lagunera es hoy uno de los imperios empresariales más poderosos de México, un gigante que forma parte de la vida diaria de millones de familias y que sigue escribiendo su historia de éxito.