Es una de las familias más ricas de Querétaro y con su poderosa empresa tienen presencia en el 80% de México

Conoce la historia de esta familia de Querétaro que supo amasar una importante fortuna a través de su poderosa compañía.

Millonarios.

En el estado de Querétaro, la prosperidad económica no solo se mide por el crecimiento industrial, sino también por la fuerza de las familias que han levantado verdaderos imperios empresariales. Entre ellas, destaca la familia Nieto, una de las más influyentes del Bajío mexicano, cuyo legado comenzó hace más de ocho décadas con la fundación de Gas Express Nieto, una de las distribuidoras de gas más importantes del país.

A lo largo de los años, este grupo ha diversificado sus negocios, abarcando sectores como el transporte, la educación y el desarrollo inmobiliario, consolidando una red empresarial con presencia en más del 80% del territorio nacional. Su éxito refleja la visión de largo plazo de un apellido que ha sabido combinar innovación, tradición y expansión sostenida.

Pero la familia Nieto no es la única con un gran peso económico en Querétaro. Junto a ellos, otras dinastías empresariales como la familia Ruiz Rubio y la familia Hernández Yáñez también figuran entre las más acaudaladas del estado, demostrando que el poder empresarial queretano tiene raíces profundas y un impacto nacional.

Quién es la familia Nieto, una de las más ricas de Querétaro

La historia de la familia Nieto comienza en 1939, cuando Raúl Nieto Boada fundó Gas Express Nieto, una compañía dedicada a la distribución de gas licuado de petróleo (L.P.) para uso doméstico, comercial e industrial. Lo que inició como un pequeño negocio familiar en Querétaro se transformó, con el paso de las décadas, en una de las cuatro distribuidoras de gas más grandes de México, con presencia en 80% del país.

Actualmente, los descendientes de Nieto Boada han expandido sus horizontes hacia distintos sectores, entre ellos el transporte terrestre, la distribución automotriz, el desarrollo inmobiliario, la educación y la venta de neumáticos. Dentro de su portafolio de empresas destaca la Universidad de Celaya, fundada en 1998, que se ha convertido en una de las instituciones privadas más prestigiosas de la región.

Según datos del portal Empresas Nieto, el conjunto de compañías de la familia genera empleo para más de 6 mil personas, lo que los coloca como uno de los principales empleadores del Bajío. Su modelo de crecimiento ha sido reconocido por combinar responsabilidad social con innovación energética, manteniendo una visión empresarial centrada en el desarrollo local y la sostenibilidad.

Otras familias ricas de Querétaro

Familia Ruiz Rubio

Otra de las dinastías más poderosas de Querétaro es la familia Ruiz Rubio, responsable de la creación de Fomento Queretano (Foque). Esta empresa inició operaciones en 1944 con la Embotelladora La Victoria, productora del icónico refresco local del mismo nombre. En 1945, el fundador Roberto Ruiz Obregón logró un hito empresarial al obtener los derechos de embotellamiento y distribución regional de Coca-Cola, lo que consolidó su fortuna durante décadas.

En 2012, Foque se fusionó con Coca-Cola FEMSA, una de las mayores embotelladoras del país, mediante un acuerdo que les representó una compensación de 480 millones de dólares. A partir de entonces, la familia diversificó sus negocios con marcas como Leche Araceli y la cadena de tiendas Super Q, además de operar el Hotel Fiesta Americana Querétaro.

Familia Hernández Yáñez

La familia Hernández Yáñez también ocupa un lugar destacado entre los grandes capitales del estado. Son los propietarios del Grupo Dexel, que agrupa empresas como Transpormex, Cummins, Alesso, Information Technologies y la División de Energéticos. Su portafolio abarca desde la comercialización de productos de Pemex hasta servicios tecnológicos y motores automotrices.

Además, este grupo familiar es dueño del periódico AM Querétaro, una agencia de publicidad y una consultora en imagen, extendiendo su influencia al ámbito mediático. Con una estrategia diversificada, los Hernández Yáñez se han consolidado como un ejemplo de cómo el emprendimiento regional puede evolucionar hasta convertirse en un conglomerado de alcance nacional.