La Profeco es una de las instituciones más importantes en México, conocida por sus interesantes informes que llenan de conocimientos a todos los consumidroes.
Estas marcas de refrescos son las más dañinas para los niños, según alerta de la Profeco
Son bebidas muy consumidas en México por lo que deberías checar en detalle esta información.
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Las salchichas con 7.4 gramos de proteínas, solo 0.6 de sodio y Profeco la recomienda
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Las tres marcas de tequila reposada que cuestan menos de $200, son de excelente calidad y Profeco los recomienda
Es que, cotidianamente, salen informes muy completos sobre diferentes alimentos o productos que presentan fallas o errores en su composición.
En esta ocasión, conoceremos a las marcas de refrescos que son las más dañinas para los niños, según alerta de la Profeco.
Profeco: las marcas de refrescos más dañinas para los niños
De acuerdo con un estudio realizado por la Profeco en 2023 y publicado en la Revista del Consumidor, el cual analizó 46 productos, se señaló que en el mercado mexicano existen al menos 22 refrescos que contienen azúcares y edulcorantes no calóricos, además de otro tipo de bebidas sin edulcorantes pero con cafeína, la cual también puede ser perjudicial cuando se consume de forma diaria.
Entre las bebidas que la Procuraduría identificó por exceder las normativas y que considera dañinas, incluso inapropiadas para el consumo infantil, se encuentran:
- Barrilitos
- Coca Cola sabor original
- Delaware Punch
- Dr. Pepper
- Fanta
- Fresca
- Kas
- Manzanita Sol
- Mirinda
- Orange Crush
- Sangría Señorial
- Sidral Aga
- Sidral
- Pepsi
- Red Cola.
Profeco: por qué no debes beber refrescos a diario
Es importante destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere reducir el consumo de refrescos, ya que estas bebidas pueden provocar diabetes tipo 2 y caries dentales cuando se ingieren en exceso.
Disminuir su consumo también reduce la ingesta de "azúcares libres", lo que en muchos casos contribuye a mejorar la nutrición. Los azúcares libres son monosacáridos y disacáridos, como la glucosa, fructosa y sacarosa (azúcar común), que se añaden a los alimentos.
La preocupación por el consumo de azúcares surgió cuando la obesidad a nivel global empezó a aumentar. En 2014, más de un tercio de los adultos ya padecían sobrepeso, lo que reflejaba un incremento que se había duplicado desde 1980 hasta ese momento.
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