La Niña llega a México en 2026: causará sequías impensadas y generará huracanes muchos más peligrosos

La Organización Meteorológico Mundial realizó un aviso sobre el impacto de este fenómeno en el país y el resto del mundo.

La Niña podría generar condiciones climáticas desfavorables en México.

El fenómeno de La Niña regresará a México en 2026 y lo hará con impactos potencialmente severos: sequías más intensas de lo habitual y una mayor peligrosidad en la formación de huracanes. Así lo confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su actualización del 4 de diciembre, donde señaló que este episodio climático, aunque llegará debilitado entre diciembre y febrero, tendrá efectos profundos en distintas regiones del país.

A diferencia de lo que suele asumirse, La Niña no garantiza un enfriamiento generalizado. La OMM advirtió que, aunque el fenómeno está asociado a una disminución temporal de la temperatura media global, algunas zonas podrían experimentar incluso más calor del normal, especialmente hacia inicios de 2026, cuando el planeta comenzará a transitar hacia condiciones neutrales. La agencia estima una probabilidad del 75% de que estas condiciones se materialicen entre febrero y abril.

Uno de los efectos más delicados será su influencia en la actividad ciclónica. La Niña tiende a reducir la cizalladura del viento en el Atlántico, condición que favorece la formación de ciclones tropicales más organizados y potentes. Esto podría traducirse en huracanes más fuertes, con mayor capacidad destructiva, según los patrones históricos observados por organismos internacionales.

NASA

Clima: así afectará a México el fenómeno de La Niña

En cuanto a México, las afectaciones serán marcadamente diferenciadas. De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), aunque La Niña se mantiene en fase neutral, su transición plena podría generar sequías severas e incluso “impensadas” en regiones del norte y centro del país, donde se prevén lluvias muy por debajo del promedio. Este comportamiento ya ha sido anticipado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que pronostica un déficit significativo de precipitaciones para esos territorios.

Por el contrario, la vertiente del Pacífico, el sur del Golfo de México y la Península de Yucatán podrían enfrentar un escenario opuesto: lluvias por encima del promedio, con riesgo de crecidas, inundaciones y desbordamientos. El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua añadió que estos eventos responden a alteraciones en la dinámica atmosférica que modifican la distribución de la humedad a gran escala.

Con estos elementos, México se prepara para un 2026 climáticamente desafiante. Mientras algunas zonas enfrentarán sequías que presionarán aún más a los sistemas de agua, otras deberán anticipar un aumento en eventos meteorológicos extremos. La recomendación de especialistas es fortalecer los sistemas de alerta temprana, revisar protocolos de protección civil y robustecer la gestión hídrica en estados vulnerables.