La península de Baja California alberga una serie de localidades costeras que destacan por su belleza natural y su estrecha relación con el entorno marítimo.
En Baja California existe un pueblo costero donde la vida cotidiana se fusiona con la belleza y la biodiversidad del Mar de Cortés.
San Felipe, el pueblo costero de Baja California.
La península de Baja California alberga una serie de localidades costeras que destacan por su belleza natural y su estrecha relación con el entorno marítimo.
Entre ellas, un pueblo en particular se distingue por su conexión directa con el Mar de Cortés, un cuerpo de agua reconocido por su biodiversidad y por sus paisajes: San Felipe.
Este lugar ofrece una experiencia única para quienes buscan un destino que combine la tranquilidad con la riqueza marina de la región.
Localizado en el corazón del Mar de Cortés, San Felipe es un encantador poblado de Baja California que se ha consolidado como uno de los lugares preferidos para aquellos que desean sol, playa y paz, lejos del ritmo de las metrópolis. Conocido como la “puerta del Mar de Cortés”, este rincón costero fusiona naturaleza, comida y aventura en un ambiente excepcional.
San Felipe es famoso por sus costas de aguas cálidas y calmas, perfectas para nadar o hacer actividades acuáticas. Su principal atractivo natural es el Fenómeno de las Mareas, ya que el mar puede retroceder hasta dos kilómetros, mostrando el fondo marino y permitiendo a las personas caminar sobre él.
Además, muy cerca de ahí se halla el Valle de los Gigantes, un paisaje desértico en el que se alzan imponentes cactus sahuaros de más de 17 metros de altura, considerados entre los más grandes del planeta.
La cocina de San Felipe es uno de sus mayores distintivos. Aquí se cocina el famoso camarón estilo San Felipe, considerado uno de los platillos más emblemáticos de la zona. De igual forma, los turistas pueden probar una amplia variedad de mariscos frescos y pescados, acompañados del tradicional clamato de la región.
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