La curiosa nube que no cambia de lugar y es inspeccionada por la NASA

Un estudio que está captando la atención de propios y ajenos.

Cuál es la misteriosa nube que no cambia de lugar y está siendo analizada por la NASA

La NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos, es una de las organizaciones líderes en el ámbito de la investigación espacial y la exploración científica.

Fue fundada en 1958 y estuvo a cargo de importantes misiones que han ampliado nuestro entendimiento del universo, desde el envío de humanos a la Luna hasta el estudio de planetas lejanos y la exploración de exoplanetas en busca de vida.

En esta ocasión, conoceremos a la curiosa nube que no cambia de lugar y es inspeccionada por la NASA.

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Cuál es la misteriosa nube que no cambia de lugar y está siendo analizada por la NASA

Una inusual formación de nubes, que evoca la imagen de ovnis y es conocida localmente como "Taieri Pet", ha vuelto a atraer la atención de científicos y residentes tras ser capturada por el satélite Landsat 8 de la NASA el 7 de septiembre de 2024. Esta nube, que aparece con frecuencia y mantiene un aspecto casi idéntico cada vez, se encuentra en la región de Otago, entre Middlemarch y Hyde, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Su regularidad ha llevado a los habitantes de la zona a adoptarla como su "mascota" del cielo.

Con una longitud de aproximadamente 11.5 kilómetros, esta formación no es un fenómeno de ciencia ficción, sino un fenómeno natural conocido como altocúmulo lenticular alargado (ASLC), según explican meteorólogos de la NASA y del MetService de Nueva Zelanda. Se origina cuando los vientos del noroeste chocan con la cordillera Rock and Pillar Range, creando un patrón atmosférico único que mantiene la nube casi fija en el cielo.

Las nubes lenticulares se generan cuando los vientos predominantes se topan con una barrera geográfica, como una cadena montañosa. Este encuentro obliga al aire a elevarse, formando una onda estacionaria en la atmósfera. En la cima de esta onda, el aire se enfría y el vapor de agua se condensa, lo que da lugar a nubes con bordes claramente definidos y superficies suaves.