29 de septiembre 2025 - 11:21

La París mexicana: la ciudad que tiene su propia Torre Eiffel y crece a orillas de un río en el corazón del país

La misma queda en la Comarca Lagunera, una zona del estado de Durango donde varios municipios se ubican entre lagos y ríos.

Gómez Palacio, la París mexicana.

Gómez Palacio, la París mexicana.

En el estado de Durango, a orillas del río Nazas, se levanta Gómez Palacio, una ciudad que sorprende a propios y extraños con una réplica de la Torre Eiffel de 58 metros de altura. Este monumento, instalado en 2007 gracias a la comunidad francesa radicada en la región, se ha convertido en un símbolo local que refuerza el apodo de “la París mexicana”. No solo es un atractivo turístico, sino también un recordatorio del intercambio cultural e industrial que ha marcado la historia de esta ciudad duranguense.

Gómez Palacio es parte de la Comarca Lagunera, junto con Torreón, Lerdo y otros municipios, conformando una de las diez zonas metropolitanas más pobladas del país. Según el censo de 2020, la ciudad concentra más de 300 mil habitantes, lo que equivale al 81% de la población total del municipio. Su crecimiento está íntimamente ligado al ferrocarril y a la industria, que desde finales del siglo XIX transformaron un árido paraje en una urbe clave para el comercio, la agricultura y la manufactura.

La historia de Gómez Palacio también guarda un fuerte vínculo con la Revolución mexicana. Aquí, en 1910, grupos de rebeldes atendieron el llamado de Francisco I. Madero y se levantaron en armas contra el porfiriato. Años después, en 1914, la ciudad sería escenario de la toma de la región por las tropas de Pancho Villa, un episodio decisivo para el control de Durango y Coahuila. Estos pasajes históricos han quedado plasmados en museos y monumentos que hoy forman parte de su identidad.

GOMEZ PALACIO TORRE EIFFEL

Con el paso del tiempo, la ciudad consolidó una de las zonas industriales más grandes del país y, en años recientes, ha diversificado su oferta cultural y turística. Espacios como el parque La Esperanza, el Museo Interactivo El Acertijo o el Recinto de la Revolución conviven con edificios históricos, puentes emblemáticos y barrios antiguos. Todo ello configura un retrato de contrastes: tradición e innovación, desierto y modernidad, industria y cultura.

La réplica de la Torre Eiffel, visible desde varios puntos de la ciudad, resume ese espíritu: una ciudad que, sin dejar de ser mexicana y orgullosa de sus raíces, mira al mundo con aspiraciones cosmopolitas. Gómez Palacio no solo es un motor económico de Durango y la región lagunera, también es un lugar que presume un patrimonio cultural y arquitectónico que invita a conocerla bajo un nuevo nombre, la París mexicana.

La familia Collier de la Marlière, los responsables de la Torre Eiffel en Gómez Palacio

La familia Collier de la Marlière es originaria de Durango y ha mantenido, a lo largo de décadas, un crecimiento sostenido en diferentes áreas de negocio. Su influencia se extiende desde el sector inmobiliario hasta el financiero, pasando por la industria alimentaria y de servicios.

Con un linaje que combina raíces francesas y mexicanas, los Collier se han posicionado como símbolo de prosperidad en la región. Hoy son considerados la familia más poderosa económicamente de Durango, con inversiones que no solo benefician a su patrimonio, sino que también generan empleos y dinamizan la economía local.

Entre los miembros más destacados de la familia está Maurice Collier de la Marlière, conocido por su habilidad empresarial y su visión a largo plazo. Bajo su liderazgo, la familia ha diversificado su cartera de negocios y ha consolidado un emporio que abarca desde desarrollos inmobiliarios hasta restaurantes de alta gama.

TORRE EIFFEL DURANGO.avif

Su estrategia ha sido clara: invertir en proyectos innovadores que conecten a Durango con tendencias internacionales, pero sin perder la esencia regional. Gracias a ello, la familia no solo ha logrado riqueza, sino también reconocimiento como motor de transformación económica en la zona.

El sueño más llamativo de los Collier de la Marlière es convertir a la Comarca Lagunera, donde pertenece Gómez Palacio, en una nueva París. Para ello, han comenzado con la instalación de una réplica de la Torre Eiffel, que se ha transformado en un atractivo turístico y un símbolo del potencial de la región.

Este proyecto busca posicionar a la Comarca como un destino cultural y turístico, capaz de atraer visitantes de todo el país. Los planes no se detienen ahí: la familia contempla más construcciones inspiradas en París, así como la creación de espacios urbanos que combinen modernidad con un aire europeo.

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