Tapijulapa, el pueblo mágico tabasqueño entre ríos, montañas y artesanías de mimbre

Este destino en Tabasco es un crisol donde la biodiversidad fluvial y serrana se complementa con una arraigada tradición de la cestería artesanal.

Qué hacer en Tapijulapa, Tabasco

El estado de Tabasco, conocido por su rica herencia natural e histórica, alberga sitios que reflejan la profunda conexión entre la cultura local y el exuberante entorno.

Entre su vasta geografía, existe un Pueblo Mágico que destaca de manera particular por la singular belleza de su paisaje, enmarcado por la confluencia de cuerpos de agua y elevaciones montañosas: se trata de Tapijulapa.

Este enclave se ha consolidado como un destino que atrae a visitantes en busca de autenticidad y tranquilidad.

Qué hacer en Tapijulapa: el pueblo mágico tabasqueño

Situado justo en el corazón de la sierra de Tabasco, Tapijulapa se alza como uno de los destinos más encantadores y visualmente atractivos del sureste mexicano. Su nombre, que en náhuatl quiere decir “río que se mezcla”, describe a la perfección su geografía: un paraje inmerso en una vegetación exuberante, bañado por el encuentro de los ríos Amatán y Oxolotán, y bendecido con un clima fresco que supone un grato contraste con el calor habitual de Tabasco.

Apenas a unos 90 kilómetros de la capital, Villahermosa, Tapijulapa se asienta entre colinas cubiertas de selva tropical. El pueblo regala una estampa de postal con sus calles empedradas, sus casas de un blanco impecable, los techos de teja y los balcones desbordados de flores. Desde 2010, forma parte del prestigioso programa de Pueblos Mágicos, reconocimiento que obtuvo por su belleza natural, la atmósfera de tranquilidad que se respira y el buen estado de sus tradiciones.

El viajero puede recorrer sin prisas la plaza principal y deleitarse con la vista hacia el río, mientras lo acompaña el sonido de las aves y el murmullo constante del agua. El famoso puente colgante, que une las dos orillas del río Amatán, se ha convertido en un emblema del lugar, siendo el sitio perfecto tanto para tomar fotografías como para admirar la naturaleza circundante.

A solo tres kilómetros del centro, se localiza el Parque Ecológico Villa Luz, una verdadera joya natural de la zona. Este espacio protegido es un punto de convergencia de senderos, grutas, manantiales y pozas de aguas sulfurosas. La Cascada de Villa Luz, que destaca por su caída de agua de un blanco intenso rodeada por la selva, es, de hecho, una de las más conocidas en todo Tabasco.

Adicionalmente, el parque es el hogar de una de las colonias de murciélagos más grandes del sureste, que han hecho su morada en las cuevas cercanas. Con áreas acondicionadas para el senderismo, la observación de aves y la fotografía, se trata de un destino predilecto para los aficionados al ecoturismo.