9 de septiembre 2020 - 20:19

Gobernadores apuran más blindajes salariales, mientras crecen los focos de reclamos policiales

Los mandatarios buscan evitar el contagio de la revuelta bonaerense, y en siete distritos activaron ya algún tipo de recomposición salarial para los uniformados. La preocupación es máxima: en al menos ocho provincias la conflictividad ya se hizo presente, aunque lejos por ahora de la magnitud en tierras de Axel Kicillof.

El gobernador chaqueño Jorge Capitanich, durante al anuncio salarial este miércoles para las filas policiales.

El gobernador chaqueño Jorge Capitanich, durante al anuncio salarial este miércoles para las filas policiales.

Con la mirada puesta en intentar desalentar el contagio de protestas policiales desde el epicentro afiebrado de la revuelta bonaerense, más gobernadores destrabaron anuncios de algún grado de recomposición salarial para los efectivos locales -este miércoles fue el turno de Santa Fe, Chaco y Córdoba-, y suman ya al menos siete en las últimas horas-, o prometieron actualizaciones inminentes.

Sin embargo, se amplió el mapa de movilizaciones y concentraciones de uniformados en las provincias, de tenor dispar aunque lejos -al menos por el momento- de la magnitud de la protesta en tierras de Axel Kicillof.

De esa manera, en las últimas horas se evidenciaron distintos grados de conflictividad en al menos ocho provincias: Chubut, Río Negro, Jujuy, Santa Fe y Corrientes, además de Buenos Aires, que se sumaron a las primeras manifestaciones, registradas en La Rioja y en Misiones, distrito que actuó como catalizador para la olla a presión bonaerense.

El escenario es seguido con preocupación por los gobernadores, ante el temor de que se instale el caótico y trágico diciembre de 2013, marcado por la ola de motines en más de 20 provincias, que derivó en saqueos extendidos y más de 20 muertos.

"Conversé con otros gobernadores por la preocupación de que otras policías policiales se sumen a la protesta; algo de ésto ya circuló por redes sociales", señaló el peronista catamarqueño Raúl Jalil.

Los últimos anuncios salariales para los policías entrañan además un riesgo para las arcas locales, fronteras adentro de cada provincia: el fogoneo de los reclamos salariales de otros gremios, en medio de una muy dura de caída de recursos por la pandemia.

El diagrama de recomposiciones salariales de algún grado incluyó este miércoles a tres peronistas: el santafesino Omar Perotti, el chaqueño Jorge Capitanich y el cordobés Juan Schiaretti.

Perotti -vía su ministro de Seguridad, Marcelo Saín- confirmó que replicará para los policías el flamante acuerdo de recomposición con los estatales (4.000 pesos en agosto y setiembre, 4.500 en octubre y 5.000 en noviembre para las categorías más bajas). Pero además sumará un suplemento de $ 7.000 para aquellos que cumplen tareas operacionales, y una tarjeta alimentaria que alcanzará a 15.800 efectivos, además de una suba del 30% en el valor de las horas extraordinarias.

Por la mañana, en Rosario, un grupo de policías y familiares había desplegado una protesta ante la Jefatura y la sede de la gobernación.

Por su parte, Capitanich oficializó una suba desde octubre del 7,8%, además del pago de “5 mil pesos por la emergencia sanitaria y otros 5 mil pesos en concepto de refrigerio”.

“Agradecer a las fuerzas de seguridad, implica también reconocerlas a través de una remuneración clara y efectiva”, enfatizó. Con la medida, el salario mínimo del personal policial escalará de $ 24.000 a $ 38.000.

En Córdoba, en tanto, Schiaretti lanzó una suba promedio del 35% en el valor de los servicios adicionales de la fuerza (módulo de 4 horas) desde el 1 de octubre, lo que lo lleva a $ 1.100 en el caso de la seguridad pública, y a entre $ 1550 y $ 2055 en el caso de la privada.

Y en la noche de este miércoles su Gobierno confirmó además que "así como los trabajadores de la salud, en el marco de la pandemia de coronavirus, están recibiendo del gobierno nacional un adicional de 5.000 pesos mensuales por cuatro meses, la Provincia hará lo propio con los agentes de seguridad que están involucrados en la misma". "En este sentido, el personal de la fuerza ya recibió una cuota de 5.000 pesos, la cual se extiende como adicional por el mismo monto a los meses de septiembre, octubre y noviembre, liquidándose con los respectivos haberes", precisaron.

“El salario inicial de un personal policial con cuatro años de antigüedad en la fuerza que reviste el rango de agente está en el orden de los $ 55.800 de bolsillo y sin contar adicionales", aseguró el ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, además de remarcar que “los efectivos trabajan con normalidad”. En diciembre de 2013, la protesta de la policía cordobesa disparó una oleada de motines en todo el país, que dio paso a un diagrama de saqueos con final

Esos gobernadores se sumaron así a las medidas adoptadas el martes por el riojano Ricardo Quintela (un bono de 8 mil pesos para policías, y de 5 mil para el Servicio Penitenciario) y, días atrás, por Jalil (uno de 9 mil pesos en tres cuotas, entre septiembre y noviembre).

Quintela venía de sufrir una protesta frente a la residencia oficial en la madrugada del viernes, mientras que Jalil logró frenar un principio de protesta.

Por la senda del pago del bono incursionó también el jujeño radical Gerardo Morales, quien confirmó este martes que la semana que viene pagará el segundo bono de 5 mil pesos, de un total de 4 (por $ 20 mil).

Pero la medida no alcanzó sin embargo para frenar este miércoles una movilización de familiares de efectivos de la Policía y de retirados por el centro capitalino en pos de mejoras salariales y laborales, que derivó en una concentración en la plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno.

También hubo movilizaciones en distintas ciudades chubutenses (como Trelew, Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn), donde la situación se agrava porque les adeudan los salarios de julio y agosto y el medio aguinaldo.

En Tucumán, por su parte, la administración de Juan Manzur dispuso vía decreto un diagrama de ascensos en la fuerza, que alcanza a más de 1.300 efectivos. “Esto es una motivación y reconocimiento al esfuerzo que vienen realizando los efectivos, sobre todo en estos tiempos de pandemia”, dijo el ministro de Seguridad, Claudio Maley.

En Corrientes, en tanto, un grupo de efectivos y exuniformados se movilizó por calles céntricas capitalinas y entregó un petitorio con reclamos salariales a la Jefatura de Policía, en la provincia que comanda el radical Gustavo Valdés.

En Río Negro, donde la pauta salarial está atada al resto de la administración pública, en las últimas horas hubo protestas en General Roca, Cipolletti y Bariloche, mientras que desde filas policiales convocaron a marchar este jueves en distintas ciudades. La gobernadora Arabela Carreras trabaja en alternativas para readecuar los salarios.

El primer paso, forzado, lo había dado la semana pasada el misionero Oscar Herrera Ahuad: una protesta policial frente a la Jefatura derivó en la rúbrica en la noche del miércoles de un acuerdo que incluyó un incremento salarial -de mayor impacto en los escalafones más bajos, en ese caso con una suba de más de 16 mil pesos-, la apertura de una mesa de diálogo y el compromiso de que no habrá sanciones judiciales ni administrativas para los uniformados.

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