7 de noviembre 2019 - 00:00

Los Rodríguez Saá buscan recuperar el domingo la capital de San Luis

Los puntanos volverán a las urnas para elegir intendente de la capital provincial. No es una elección más, sino que se traduce en una batalla clave por el poder de San Luis, que hoy se reparte entre los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá.

Los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. 
Los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. 

El próximo domingo, los puntanos volverán a las urnas para elegir intendente de la capital provincial. No es una elección más, sino que se traduce en una batalla clave por el poder de San Luis, que hoy se reparte entre los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, y distintas extracciones políticas integradas por peronistas no rodriguezsaístas, radicales y referentes del macrismo.

La elección municipal se realizará con la modalidad de Boleta Única Papel, implementada por primera vez en la comuna y en la provincia, y se definirá fundamentalmente entre tres candidatos: Sergio Tamayo, del oficialista provincial Frente Justicialista de Todos; Gastón Hissa, de las fuerzas macristas agrupadas en el Frente San Luis Unido; y Enrique Picco, el delfín del actual intendente Enrique Ponce, de San Luis Somos Todos.

La agrupación que gobierna hoy la ciudad capital formó parte, hasta los comicios presidenciales del 27 de octubre, del Frente San Luis Unido, representante de Juntos por el Cambio. Ponce, quien ya agotó los dos períodos consecutivos que habilita la constitución provincial, busca darle continuidad a su gestión de la mano de Picco, actual secretario de Infraestructura.

Ponce aprovechó en su momento la fisura entre el kirchnerismo y el peronismo de los Rodríguez Saá para llegar a ese puesto con el respaldo del sector Kolina de Alicia Kirchner, para luego armar su propio partido con el que mantuvo buena sintonía -hasta hace poco- con el presidente Mauricio Macri, sobre todo en materia de fondos para obras de infraestructura.

El peronismo referenciado en el gobernador Rodríguez Saá, en tanto, aspira el domingo extender el control territorial en la mayor plaza electoral de la provincia. Ya es gobierno en Villa Mercedes, que aglutina el 30% del electorado, pero desde 1983 no logra hacer pie definitivamente en la capital puntana (de ocho elecciones, la oposición ganó cinco y tres los hermanos Saá), que representa el 40% de los votos. Para ello, el elegido es Tamayo (ministro de Turismo y Parques), que tras el alineamiento de su jefe político con el Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner, enfrenta el desafío de devolverle a los Rodríguez Saá el manejo de ese municipio con el que completarían el poder casi absoluto de las intendencias.

Si el PJ gana el domingo significa también una bocanada de aire fresco para el gobernador quien, pese a que logró su reelección el 16 de junio venciendo a su hermano y al senador nacional Claudio Poggi, sacó el 42%, el porcentaje más bajo de todas las elecciones en las que se presentó.

Pero el objetivo no es fácil. San Luis fue una de las provincias en las que en las elecciones presidenciales del 27 de octubre Mauricio Macri se impuso con el 45% de los votos, mientras que Fernández llegó al 41,5%, y las encuestas que se conocen por estas horas le otorgarían una leve ventaja a otro protagonista clave de esta puja: Hissa, de San Luis Unido, referente de Juntos por el Cambio.

Hissa, actual diputado provincial, recibió el apoyo del senador nacional, Claudio Poggi, la Unión Cívica Radical, PRO, Libres del Sur y el Partido Demócrata.

La fractura dentro del Frente San Luis Unido quedó aún más en evidencia tras la derrota de Macri en las PASO de agosto, lo que forzó la definición de Hissa como tercer candidato en disputa.

Esa resignificación de la pulseada hizo entrar en escena a dirigentes como el radical Ricardo Alfonsín quien esta semana visitó la capital de la provincia en apoyo de Picco. “Es una síntesis entre el radicalismo y el peronismo”, dijo el hijo del expresidente y recordó que él fue criticado porque alguna vez dijo que "los peronistas son primos hermanos de los radicales, y por eso nos queríamos tanto”.

“Hago una esfuerzo muy grande para terminar con la grieta entre peronistas y radicales, como lo hizo (el fallecido ex presidente) Raúl Alfonsín”, afirmó al lamentarse de que se ha “retrocedido mucho” en saldar esas diferencias.

El hijo del ex presidente destacó que San Luis Somos Todos "reúne no solo a radicales y peronistas, sino también a socialistas, a gente del PRO, alfonsinistas y de la Coalición Cívica, lo que revela que se deberían analizar las capacidades de los consensos”.

Por ello se pronunció en contra de "imponer liderazgos, conceptuales, personales o ideológicos" por lo que hace falta "ser capaces" de superar los disensos en pos del bien de la sociedad.

Picco fue desafiliado de la Unión Cívica Radical el 17 de diciembre de 2015, entre otras cosas por haberse presentado como candidato a concejal de San Luis por el Frente para la Victoria ese mismo año.

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