8 de abril 2019 - 00:01

Natalia Cacchiarelli, la eterna tendencia a la abstracción

Actualmente en dos exposiciones, individual y colectiva.

Shinny. En la muestra de Smart Gallery, de Natalia Cacchiarelli, predominan las obras correspondientes a esta serie.
Shinny. En la muestra de Smart Gallery, de Natalia Cacchiarelli, predominan las obras correspondientes a esta serie.

Una pesada carga llevan sobre sus espaldas los artistas de hoy de la Abstracción Geométrica en la Argentina. Es imposible hacer un racconto desde los años 40, cuando se desarrolló en nuestro país el Arte Concreto con nombres emblemáticos que produjeron una verdadera revolución con sus manifiestos y exposiciones artísticas, hoy tan valoradas internacionalmente. Hay una generación nacida a fines de los 50, y también en los 60 y 70, que han renovado un lenguaje que no está cerrado en absoluto considerando las innumerables publicaciones que dan cuenta del desarrollo y sus derivaciones, tanto en el orden nacional como internacional.

Los nombres emblemáticos del Arte Concreto, Invención, Arte Madí, Perceptismo, Arte Generativo, Nueva Geometría, los que posteriormente exploraron la tridimensionalidad a través de la percepción, la geometría y el cromatismo, el Op Art, la interacción con el espectador a través del movimiento por medio de mecanismos manuales, las grillas matemáticas que generan efectos de sombra, dan cuenta de que esta disciplina es infinita. Así lo atestigua el destacado grupo de artistas argentinos que está siendo incorporado a importantes muestras locales en galerías, museos, ferias internacionales, y que da un nuevo giro a las vanguardias de entonces a través de distintas vertientes.

Entre ellos está Natalia Cacchiarelli, cuyas obras pueden verse actualmente en una muestra colectiva en el MACBA y su individual en Smart Gallery bajo la curaduría de Patricia Di Pietro titulada “Materia Informada”. Este es un concepto proveniente de la arquitectura, así lo expresa la curadora, que refiere a “la capacidad de la materia de albergar datos sobre las transformaciones que la afectan tanto en el orden de lo físico como en aquellas que se revelan en el orden de lo simbólico”. Cacchiarelli se inició en el taller de Adolfo Nigro, más adelante con Pablo Siquier y con otros artistas con los que compartía su aprendizaje, Graciela Hasper, Fabio Kacero, Ernesto Ballesteros.

En primer lugar, Cacchiarelli logra cinco estrellas en el plano formal por la excelencia de un trabajo que no presenta fisuras ni vacilaciones. Ya sean rayas blancas que pueden leerse como una partitura o que caen verticales a la manera de lluvia sobre un plano monocromo, las gradaciones de color que se van desarrollando ante la percepción del espectador perteneciente a su serie “Frecuencia” (2007), que se expone en el MACBA junto a otras obras de su serie “Tribeca” (2016), un desafío visual por sus aparentes ondulaciones.

En la muestra de Smart Gallery predominan las obras correspondientes a “Shinny” (2017) que no pueden dejarse de relacionar con algunas obras de Ary Brizzy por su rigurosidad, su perfecta terminación, por el empleo de bandas, líneas rectas, la gradación del color así como sus trabajos en papel en pequeña escala de gran refinamiento. En la inauguración para prensa se presentó el libro “Artificios”, 140 páginas, editado por Manuela López Anaya, textos y fotografías de varios autores y que contó con el apoyo del Mecenazgo Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Abstracción Geométrica y sus múltiples variables aún otorga espacio a los artistas para su reinterpretación en este siglo XXI. (Av. Alvear 1580 P.B.).

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