26 de febrero 2019 - 11:00

Niños: consejos saludables para un buen inicio de clases

Tener al día las vacunas, asegurarse un buen armado de la mochila para evitar molestias y realizar chequeos oculares y odontológicos, entre ellos. Aquí, lo que no debe olvidarse.

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El comienzo del ciclo lectivo conlleva cambios en el hogar, porque luego del receso de verano, donde muchas veces los horarios de los chicos se flexibilizan, es hora de retomar la rutina.

En primer lugar, es fundamental que los chicos respeten el momento del sueño (cumplir al menos 8 horas de descanso) para que puedan rendir durante la jornada escolar y tener energía y ánimos de aprender.

Otro punto central son los hábitos de higiene, que deben surgir en el hogar para trasladarse al colegio. Que los niños entiendan que tienen que lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño es esencial para evitar la transmisión de enfermedades.

Respecto a la salud de nuestros hijos, revisar la libreta de vacunación junto a su pediatra es indispensable. La doctora Cecilia Avancini, médica pediatra y Jefa de Pediatría de vittal, detalla que los chicos y chicas de 5 y 6 años (ingreso a la primaria) deben aplicarse tres inmunizaciones: la Sabin, la Triple Viral y la Triple Bacteriana, dosis de refuerzo necesaria para que el organismo genere defensas contra la poliomielitis, el sarampión, la rubéola, las paperas (parotiditis), la difteria, la tos convulsa y el tétanos. Todas estas vacunas son gratuitas y obligatorias.

A su vez, los chicos de 11 años deben aplicarse un refuerzo de la Triple Bacteriana Acelular para garantizar la inmunidad contra la difteria, la tos convulsa y el tétanos, y también la Vacuna contra VPH (Virus del papiloma humano) para niñas y niños con el objetivo de prevenir el cáncer de cuello uterino, y otros cánceres de localización anogenital. Con relación a la inmunización contra la Hepatitis B, Antihepatitis A y la Triple Viral, hay que chequear en el carnet de vacunación si fueron recibidas las dosis anteriores para completar los esquemas de vacunación.

Además, es necesario hacer controles oftalmológicos para garantizar el buen rendimiento escolar, y chequeos odontológicos, para una buena salud bucal, que tiene que estar acompañada por el incentivo al hábito del cepillado dental por parte de padres o tutores.

“Los profesionales médicos insistimos en la relevancia de una buena alimentación dentro y fuera de la casa, por eso aconsejamos que los alumnos lleven viandas saludables y les recordamos a los adultos que el desayuno es clave para que los pequeños puedan rendir en las horas siguientes”, explicó Avancini, quien destaca que los niños tienen altos requerimientos nutricionales, debido a que se encuentran en etapas de crecimiento y desarrollo, por lo que se recomienda la combinación de alimentos de distintos grupos para aportar todos los nutrientes que ellos necesitan como carnes y huevos, lácteos (quesos, yogur y postrecitos), frutas y hortalizas, y cereales, legumbres y derivados.

Hay formas simples de incorporar estos productos. En el caso de las frutas, las más fáciles de transportar son la banana y la manzana bien lavadas para ingerir como postre. Para sumar más verduras, un buen tip es agregar a los sándwiches lechuga y tomate, o guarniciones de vegetales crudos o cocidos para acompañar las carnes. Asimismo, zapallitos, espinaca o papa se pueden consumir en formato de tartas o tortillas. Enviar una botellita de agua es igualmente importante, así como pensar en snacks saludables con poco contenido de grasa y azúcar (barritas de cereal, turrones de maní, pasas de uva o frutas secas).

En cuanto al armado de la mochila, es clave la buena elección para evitar trastornos y molestias. Para eso, el alto de la misma no debe superar los hombros del niño que la va a cargar cuando esté sentado y el ancho tampoco no debe ser mayor que sus hombros. El peso de la carga no tiene que sobrepasar nunca el 10 % del peso del alumno.

La pediculosis es un mal que aqueja a gran parte de la población infantil. En este sentido, los padres deben mantener una conducta constante de prevención, revisando las cabezas y pasando el peine fino regularmente. Para evitar contagiarse, se recomienda que las niñas asistan a clase con el pelo recogido y si no se pudo evitar la propagación, hay que utilizar productos indicados por el pediatra.

Por último, es primordial que los chicos realicen actividad física al menos tres veces por semana y que tengan un espacio para jugar, ya que lo lúdico ayuda al aprendizaje, crecimiento e integración social.

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