Ganancias: efecto neto

Comenzó hoy el debate del proyecto de ley que propicia la exención del Impuesto a las Ganancias sobre las remuneraciones de hasta $150.000 brutos de los empleados en relación de dependencia, jubilados y otros. Asimismo se exime del pago del tributo al sueldo anual complementario (aguinaldo). Al otorgarle vigencia retroactiva al 1/1/21 los agentes de retención, en los casos que correspondan, deberán reintegrar lo retenido por los meses de enero a marzo, pues se prevé que la reforma se publique oficialmente en abril.

Con esta medida sólo se beneficia a un sector de contribuyentes (en torno al 1.200.000), pero una vez más se estaría discriminando a los trabajadores autónomos y a quienes trabajan personalmente en la empresa. Situaciones que podrían considerarse aprovechando la discusión en la Cámara de Diputados.

La medida conlleva a un sacrificio fiscal que, antes de las últimas modificaciones al proyecto (como eximir al aguinaldo), se calculaba en 40.000 millones de pesos pero seguramente ahora aumentará.

Ese monto que finalmente se determine no ahuecará la recaudación en igual medida, dado que gran parte de lo que se dejará de retener más el reintegro que se efectuará a los empleados generará una masa de dinero que, en gran parte, se volcará al consumo y por ende tributará Impuesto al Valor Agregado y, en su caso, Internos generándose una compensación (o mitigación) por vía de tales gravámenes de la pérdida recaudatoria de Ganancias. Eventualmente, también producirá un efecto positivo en el Impuesto sobre los Créditos y Débitos Bancarios.

Asimismo, y ya a nivel local, al incrementarse el poder de compra, las provincias y CABA deberían ver reflejado el mayor consumo, preponderantemente, en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos.

En suma un beneficio que funcionará como un impulso al consumo, cuya pérdida de recaudación en Ganancias se verá en parte neutralizada por los recursos que generarán otros tributos.

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