Ordenando leyes y decretos

En el Boletín Oficial del 6 de diciembre de 2019 se publicó el Decreto 824/19, a través del cual se consagra la “Ley de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 2019”. El último texto ordenado de este tributo data de 1997 y pese a las reformas que sufrió desde aquel entonces nunca más fue ordenado, por lo tanto este decreto es un avance. En línea con ello, ayer se publicó oficialmente el texto ordenado del decreto reglamentario del Impuesto a las Ganancias, el cual fue aprobado por el Poder Ejecutivo a través del dictado del Decreto 862/19, cuyo antecedente data de 1998.

La necesidad de un ordenamiento no es exclusiva de Ganancias, hay otras leyes, que también son pilares de la recaudación como el Impuesto al Valor Agregado por ejemplo, a las que se les han incorporado un gran número de reformas a través de los años y sin embargo su texto se mantiene con todos los parches soportados.

Hoy asume una nueva administración de Gobierno y de acuerdo a ciertas declaraciones y a algunos transcendidos se impulsarán cambios en el sistema tributario, lo que involucraría tanto tributos existentes como la creación de nuevas imposiciones. Y en ese marco, el Impuesto a las Ganancias sería uno de los reformulados, como Bienes Personales e IVA, por mencionar algunos.

De ser así, el actual texto ordenado de Ganancias sufriría nuevas modificaciones y probablemente nuevas reglamentaciones, como su reglamento. Igualmente sucederá con el resto de los tributos que no tienen texto ordenado pero que recibirán reformas.

Para que no suceda lo que pasó con la Ley 27.430 -pese a la manda del artículo 316 de la misma-, es necesario que una vez que las reformas sean sancionadas y reglamentadas, se encare de inmediato un nuevo ordenamiento de todos los textos tributarios que hayan recibido o reciban cambios.

Un texto ordenado, con la volatilidad de nuestras leyes impositivas, no es una cuestión menor. La cita de las disposiciones se

va haciendo más complicada a medida que se incorporan cambios, la sistematización normativa se diluye y se crea

incertidumbre