Tres semanas después de las elecciones italianas, arrancó el periodo legislativo en el país sin que pudieran constituirse las cámaras al no haberse puesto de acuerdo las principales fuerzas respecto a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados.
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El líder de la coalición de izquierdas, Pier Luigi Bersani, y el ex primer ministro Silvio Berlusconi tenían previsto votar en blanco en la constitución de las cámaras. Tan sólo el movimiento de protesta Cinco Estrellas, de Beppe Grillo, que logró un 25,6 por ciento de los votos en las elecciones, presentó candidatos a las cámaras parlamentarias.
La constitución del Senado y la Cámara de Diputados es una condición previa para la difícil formación de un nuevo gobierno en Roma. Sólo cuando se haya escogido a ambos presidentes de las cámaras podrá comenzar con las consultas para formar gobierno el presidente Giorgio Napolitano, algo que no se prevé que ocurra antes del jueves de la próxima semana.
Se espera que Napolitano encargue la formación de gobierno a Bersani, cuya coalición logró el mayor número de votos. Si fracasa en el intento, no se descarta la convocatoria de nuevas elecciones, aunque también podría formarse un gobierno tecnócrata que saque adelante las reformas.
Bersani, quien logró la mayoría en la Cámara de Diputados, necesita, sin embargo, un aliado en el Senado pero se niega a pactar con Berlusconi. Por su parte, Grillo rechaza pactar con Bersani y quiere un "gobierno sin partidos".
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