13 de marzo 2013 - 09:03

EL PAPA ES ARGENTINO: BERGOGLIO ES FRANCISCO I

EL PAPA ES ARGENTINO: BERGOGLIO ES FRANCISCO I
Ya más en serio, instó a los católicos a "emprender un camino de fraternidad, de amor" y "de evangelización", en un momento de importantes desafíos para la Iglesia.

Vestido con su sotana blanca de Papa, también rindió tributo a su predecesor, Benedicto XVI, que renunció al cargo el pasado 28 de febrero, y con el que tendrá que convivir en el Vaticano.

Antes de despedirse, este cardenal de vida austera y bajo perfil mediático pidió a las decenas de miles de fieles, turistas y curiosos presentes un "minuto de silencio".

Tras el saludo a los fieles en Plaza San Pedro, el flamante Francisco I se comunicó telefónicamente con Benedicto XVI, quien siguió por televisión el desarrollo del cónclave en la residencia papal de Castelgandolfo.

El papa argentino rezará probablemente el jueves en la Basílica de Santa Maria Mayor, anunció el portavoz del Vaticano Federico Lombardi. El domingo será el primer rezo del Angelus del nuevo Papa.

Primado de Argentina, Jorge Bergoglio goza de gran prestigio por sus dotes intelectuales. Dentro del Episcopado argentino es considerado un moderado, a mitad de camino entre los prelados más conservadores y la minoría "progresista".

Su actuación durante los años negros de la dictadura militar argentina (1976-83) suscita controversias por sus esfuerzos por mantener a los jesuitas alejados de la tormenta política.

Con esta elección concluyen cuatro semanas inéditas en la historia moderna de la Iglesia después de la renuncia inesperada de Benedicto XVI, alegando "falta de fuerzas", un hecho sin precedentes en los últimos siete siglos.

El nuevo pontífice, que no pertenece al controvertido engranaje vaticano, también tendrá que responder a los escándalos que estallaron durante el último pontificado, como el de los abusos sexuales a menores o el caso "VatiLeaks" de filtración de documentos confidenciales del pontífice que terminó por revelar una trama de abuso de poder en la Curia, el gobierno central del Vaticano.

Esta crisis con múltiples aristas debería obligarlo a adoptar reformas, simplificar sus estructuras, introducir nuevas maneras de tomar decisiones en forma colegial y sobre todo hacer limpieza en sus finanzas por las críticas a la falta de transparencia en la gestión de su banco, el Instituto de Obras de Religión (IOR).

A estos problemas, se suma una pérdida de influencia de la Iglesia debido a la disminución de fieles y a las críticas de una parte de los católicos por hacer oídos sordos a la evolución del mundo moderno en temas como el papel de la mujer en la Iglesia y la sexualidad.

• El Cónclave y la fumata

Los 115 cardenales, de 51 países de los cinco continentes, entraron en cónclave el martes. Según la constitución apostólica, debían permanecer recluidos hasta que un candidato obtuviera dos tercios de los votos, en este caso 77.

Bergoglio ni figuraba entre los favoritos, encabezados por un italiano, el arzobispo de Milán, Angelo Scola, de 71 años, y tres prelados del continente americano, el brasileño Odilo Scherer, de 63 años, arzobispo de San Pablo y considerado el candidato de la curia; del canadiense Marc Ouellet, prefecto de la congregación para los Obispos y discípulo de Benedicto XVI; y del mediático estadounidense Timothy Dolan, de 63 años y arzobispo de Nueva York.

Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la capilla Sixtina eligieron al nuevo Pontífice en la quinta votación, llevada a cabo en la segunda jornada. Han tardado poco más de 25 horas en elegir al sucesor de Benedicto XVI.

La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 19.08 hora local (15.08 de nuestro país).

La ceremonia tuvo lugar en la Capilla Sextina. Allí, según las reglas estipuladas, el secretario del Colegio Cardenalicio y el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias preguntó a Bergoglio: "Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?" (¿Acepta su elección canónica como Sumo Pontífice?).

Bergoglio entonces contestó "accepto" (acepto) y entonces se le preguntó: "Quo nomine vis vocari?" (¿Qué nombre escogerá como Papa?).

Segundos después, las papeletas que sirvieron para la votación se quemaron en una de las dos estufas instaladas y el humo blanco anunció la elección papal.

El 266 sucesor de San Pedro, el nuevo líder de la Iglesia católica, vistió por primera vez la indumentaria papal, que ya había sido confeccionada en tres tallas por la sastrería Gammarelli en Roma. Los preparativos tuvieron lugar en el Salón de las Lágrimas, junto a la Capilla Sixtina.

Bergoglio se convirtió además en Obispo de Roma y en jefe del Colegio de Obispos y asume el poder pleno de la Iglesia.

La larga lista de títulos papales incluye vicario de Cristo, sucesor de San Pedro, príncipe de los Apóstoles, Pastor Supremo de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Primado de Italia, Arzobispo y Metropolitano de la Provincia de Roma y Soberano del Estado Vaticano.

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