El primer jesuita en llegar a la silla de San Pedro
El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, quien se convirtió en el pontífice número 266 de la Iglesia católica, en sustitución del ya papa emérito Benedicto XVI. Además de ser el primer argentino y latinoamericano en ser elegido Papa, Jorge Bergoglio, tiene otra característica que lo hace distintivo: será el primer cardenal formado en la orden Jesuita en llegar a la autoridad máxima de la Iglesia católica.
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Nacido el 17 de diciembre de 1936 en la Ciudad de Buenos Aires, en el seno de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio, un empleado ferroviario, y Regina, creció en la capital y fue ahí donde comenzó a estudiar y se diplomó como técnico químico, pero poco después eligió el sacerdocio, decisión que le hizo acceder al seminario del barrio porteño de Villa Devoto.
En 1958 comenzó el noviciado en la Compañía de Jesús, por lo que se trasladó a Santiago de Chile, donde llevó a cabo estudios humanísticos, y en 1964 regresó a Buenos Aires para dedicarse a la docencia de Literatura y Psicología en el colegio de El Salvador. La Jesuita es una orden religiosa de la Iglesia católica fundada en en 1540 por San Ignacio de Loyola, junto con San Francisco de Javier, el Beato Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simón Rodrigues, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en la ciudad de Roma.
Con cerca de 20 mil miembros es la mayor orden del catolicismo. Su estricta formación de más de 12 años (estudian filosofía y teología, aparte de realizar "prácticas" en muy diversos ámbitos y estudiar otras disciplinas y varios idiomas) ha hecho de ellos, durante más de cuatro siglos, los líderes intelectuales del catolicismo. Los jesuitas profesan los tres votos normales de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad) además de un voto extra de obediencia al Papa, reservado para los jesuitas en misiones
Bergoglio, cursó estudios de Teología entre 1967 y 1970 en la Facultad de Teología del Colegio de San José, en la localidad bonaerense de San Miguel.
Su sacerdocio comenzó el 13 de diciembre de 1969, año en el que se desplazó a España para cumplir su tercer "probandato" (periodo que sirve para preparar intelectualmente a los jóvenes sacerdotes) en la Universidad Alcalá de Henares de Madrid.
La docencia desempeñó un papel muy importante en la biografía del cardenal Bergoglio, ya que impartió lecciones en multitud de colegios, seminarios y facultades.
En 1972 regresó a la Argentina, después de su época en España, para comenzar como maestro de novicios en Villa Barilari, en la localidad de San Miguel de Tucumán.
Además, entre 1980 y 1986, fue profesor en la Facultad de Teología de San Miguel y rector del Colegio Máximo de la Facultad de Filosofía y Teología, cargos que compartió con el de párroco de la iglesia Patriarca San José, también en la localidad de San Miguel.
En 1986 regresó a Europa, concretamente a Alemania para ultimar su tesis doctoral, pero fue trasladado a la ciudad de Córdoba para ejercer como director espiritual y confesor de la Compañía de Jesús.
Su nombramiento como obispo llegó el 20 de mayo de 1992, cuando el papa Juan Pablo II le designó obispo de la Diócesis de Auca y obispo auxiliar de la diócesis de Buenos Aires.
Cinco años más tarde, en 1997, fue nombrado arzobispo coauditor de Buenos Aires y en 1998, tras la muerte del arzobispo y cardenal Quarracino, se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires.
Bergoglio ha tenido una gran presencia en la Conferencia Episcopal Argentina, institución que ha presidido durante seis años, de 2005 a 2011, y entre sus publicaciones más conocidas se encuentran "Meditaciones para religiosos" (1982), "Reflexiones sobre la vida apostólica" (1986) y "Reflexiones de esperanza" (1992).
El cardenal argentino, quien recibió la púrpura de manos de Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del Consejo Pontificio por la Familia y de la Comisión Pontificia por América Latina.
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