Natalia Cociuffo: "La obra me puso a otro nivel emocional"
Teatro musical. Quizá esa sea la forma correcta de referirse a la hora de hablar de "Los Monstruos", la obra encabezada por Natalia Cociuffo y Mariano Chiesa que en casi tres años en el Teatro Picadero -martes a las 21- cosechó todo tipo de premios y hasta tiene su propia ronda de fanáticos.
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En la pieza de Emiliano Dionisi, los protagonistas -desde el 20 de marzo entra Christian Giménez por Chiesa- ponen en evidencia una temática que genera empatía desde el filo de la incomodidad. Un espejo fiel del ser padres, con la crianza como tubo de ensayo. Y las consecuencias, claro.
"Los Monstruos" es una obra con un texto sublime que encanta desde puesta en escena hasta la dirección, sin dejar de lado la solidez interpretativa de dos grandes artistas nacidos en la comedia musical. "Encontrarnos con un material que tiene un 80 por ciento de texto nos pone frente a un desafío de convertirnos en actores. Es una obra bisagra y es muy difícil sostener a estos monstruos durante casi tres años", le dice a AGENDATE Cociuffo, quien también tiene un proyecto musical llamado Natural y que en breve se pondrá al frente de "Canto a Isadora" -desde el 10 de marzo- y de "La restauración de las dos Coreas", ambas en el Teatro San Martín.
Sobre lo que provocó a nivel profesional, la artista de 40 años asegura: "Me modificó mucho mi situación como cantante. Es la obra que más consciencia y cuidado vocal me demandó. Terminamos muy cansados física y emocionalmente porque requiere un desafío permanente debido a todo lo que genera el texto. Cada monólogo y cada canción es un aliento que se corta".
Periodista: ¿El éxito de la obra radica en lo que deja una vez que termina?
Natalia Cocciuffo: El impacto del público es algo que la mantiene fresca y que la corre de la monotonía. Es una gran responsabilidad saber que cada noche vas a generar un impacto. Es algo que te lleva a no aburrirte de hacer lo mismo.
P.: Hablaba de lo que te generó la obra en términos profesionales. ¿También le afectó en lo personal?
N.C.: La obra me llevó a acomodar temas pendientes con mis padres y también a replantearme qué tipo de madre voy a ser. Qué clase de persona soy hoy para poder darle a mi hijo mi mejor versión. Es una obra muy terapéutica.
P.: ¿Ya aprendió a deconstruir su propio miedo?
N.C.: Es que para dar ciertos pasos hay que tener consciencia de uno y tener resuelta la historia de lo que pasó y de lo que está pasando para poder transmutar lo que te dejaron tus padres y transformarlo.
P.: ¿Cómo fue como hija?
N.C.: Muy caprichosa y rebelde porque mis papás se separaron cuando era chica y fui muy malcriada. Pero soy una buena hija. Esta obra no me llegó de casualidad. Todo pasa en un momento y por algo. Es algo que nos sigue revolucionando.
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