Nuevo embate ayer del cardenal Jorge Bergoglio contra la dupla kirchnerista de la Capital Federal, Daniel Filmus-Ginés González García. El Episcopado alertó ayer a través de un comunicado sobre el avance del proyecto de ley para regular, y ampliar así veladamente, los casos de aborto no punible. En la elección del domingo, el electorado antiabortista de las circunscripciones electorales de Socorro, Pilar y Las Heras le dio un importante apoyo a la fórmula de Jorge Telerman, avalada por la curia.
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La iniciativa legislativa, redactada por la kirchnerista porteña Juliana Marino y la socialista Silvia Augsburger, obtuvo ayer dictamen favorable de mayoría y un despacho de minoría elaborado por la macrista Paula Bertol. Apenas ocurrido el hecho, el organismo episcopal comandado por Bergoglio advirtió que cualquier práctica abortiva «nunca es una solución», dado que «la opción es siempre la vida». Y recordó que el primer derecho natural de la persona humana es el derecho a la vida, garantizado por la Constitución nacional.
El comunicado, firmado por la Comisión Ejecutiva de la CEA, que integran también como vicepresidentes monseñor Luis Villalba, arzobispo de Tucumán y monseñor Agustín Radrizzani, obispo de Lomas de Zamora, señala «no existe un derecho a causar la muerte de los propios hijos».
«No existe en nuestra legislación norma alguna que autorice a los gobiernos o a las legislaturas provinciales o de la Ciudad de Buenos Aires a legislar sobre cuestiones de fondo», advirtió la Iglesia Católica, casi en tono de desobediencia civil. Y agregaron que «tampoco existe acto administrativo o norma alguna que pueda excluir del control de los jueces el estudio de un caso en el que se ponga en juego el derecho a la vida. «Como pastores a quienes se les ha confiado el Pueblo de Dios y ciudadanos comprometidos con el bien común, y ante la existencia de diferentes proyectos que pretenden reglamentar la posibilidad de realizar prácticas abortivas, queremos reiterar, una vez más, nuestra palabra sobre este doloroso tema», agregaron los prelados.
La iniciativa en cuestión recibió ayer el aval de los diputados que integran la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, pero resta aún el dictamen de la de Legislación Penal para ser tratada en el recinto. En la Argentina, según el artículo 86 del Código Penal, el aborto es ilegal, aunque hay dos excepciones a las penas fijadas a la mujer y a quien lo practique: cuando el aborto se practica para «evitar un peligro para la vida o la salud» o «si el embarazo proviene de una violación a una mujer idiota o demente».
Convicciones
Sin embargo, estas normas no se cumplen habitualmente, ya que en muchos casos los médicos se niegan a practicar el aborto por sus propias convicciones. Según organizaciones no gubernamentales, esta norma busca evitar casos como el ocurrido en Santa Fe, donde una mujer de 20 años embarazada y enferma de cáncer murió debido a que la Justicia no permitió la realización de un aborto para poder someterse a un tratamiento oncológico.
Comprobación
De acuerdo con esta nueva iniciativa, el médico debe comprobar fehacientemente el peligro para la vida de la mujer grávida causado o agravado por el embarazo luego de realizarlelos estudios pertinentes. Si bien esta práctica está contemplada en el Código Penal, en casos de violación, esta norma busca garantizarle a la mujer el derecho a interrumpir el embarazo cuando exista riesgo para su vida y establece que los hospitales deben realizarlo sin cargo, así como las entidades de medicina prepaga.
Jurisprudencia
El ardid para ampliar los casos de despenalización se basa en jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que entiende por «salud» de la mujer no sólo el aspecto físico, sino también el psicológico. Así, cualquier mujer que invocase una perturbación psicológica o mental a partir de un embarazo no deseado estaría en condiciones de practicarse un aborto.
Por otra parte, el proyecto contempla la obligatoriedad del establecimiento asistencial de brindar tratamiento psicoterapéutico a la mujer desde el momento en que le es indicada la práctica del aborto no punible y hasta su rehabilitación.
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