9 de enero 2019 - 00:02

Cambiemos baraja renuncia para evitar desafuero en marzo

La Coalición Cívica reiteró su voluntad de avanzar con la solicitud judicial. PRO debe ratificar teoría vendida por Federico Pinedo. UCR y FpV en silencio. Expediente De Vido pone en duda al PJ.

Tensión. Si la solicitud de prisión preventiva de Ayala continúa firme y la diputada no renuncia, su desafuero sería votado por el pleno de la Cámara en los primeros días de marzo próximo.
Tensión. Si la solicitud de prisión preventiva de Ayala continúa firme y la diputada no renuncia, su desafuero sería votado por el pleno de la Cámara en los primeros días de marzo próximo.

La confirmación del pedido de prisión preventiva contra la diputada Aída Ayala activó las alarmas estivales del oficialismo. A pesar de una eventual apelación de la legisladora radical, los jerarcas de Cambiemos ya cranean el corto plazo para este tema: si la inminente presentación de la exintendente de Resistencia no tiene efecto positivo, se le pedirá la renuncia para evitar un desafuero durante primeros días de marzo, cuando se inicie el período de sesiones ordinarias.

“Casación pidió un nuevo fallo y no es lo que aparece en la sentencia de la Cámara de Resistencia, por lo cual está despejado el camino para la queja o apelación. Lo que pasó en las últimas horas fue un mamarracho. Sin embargo, si la diputada no tiene éxito en su defensa, lo lógico sería que renuncie antes de marzo. Si no, durante los primeros días de sesiones ordinarias estaríamos en condiciones de avanzar con su desafuero, ya que no habrá mayor margen para estirar el tema”, señalaron a Ámbito Financiero desde la “crema” de Cambiemos.

Esta decisión reacomoda, en principio, el descontrol que existió en el bloque de Cambiemos en Diputados en 2018, desde que se inició la solicitud del desafuero de Ayala. Hasta diciembre pasado, el único socio oficialista que planteó la necesidad de avanzar con el desafuero en caso de confirmaciones de la Justicia fue la Coalición Cívica. En tanto, la Unión Cívica Radical entró en un cono de silencio y el PRO se encontró con legisladores decididos y otros muy dubitativos. Desde el comando del macrismo, Nicolás Massot y Silvia Lospennato evitaron dar precisiones en cuanto a directivas de Casa Rosada.

A fines del año pasado, Ayala dijo: “No corresponde que la Cámara de Diputados considere el pedido de desafuero requerido por la jueza -del Juzgado Federal N° 1 de la capital chaqueña, Zunilda- Niremperger mientras continúe el proceso judicial”. Además, consideró que “los imputados deben estar en libertad hasta que haya sentencia firme”.

Ese dictamen de la legisladora radical revalidó la teoría archiconocida del peronismo en el Senado, que blinda por ahora a los expresidentes y actuales senadores Carlos Menem y a Cristina de Kirchner. Cuando se inició la causa de Ayala, Cambiemos tomó una postura institucional de avanzar con desafueros cuando los pedidos de prisión preventiva fuesen confirmados por Cámara -segunda instancia- o no apelados en primera instancia por los imputados. Esa definición fue vendida por el presidente provisional de la cámara alta, Federico Pinedo.

Ayala está procesada y con pedido de prisión preventiva por una causa relacionada con la concesión de recolección de residuos en 2014, cuando era intendente de Resistencia. Los delitos involucrados son negociaciones incompatibles con la función pública, enriquecimiento ilícito, fraude en perjuicio de la administración pública, y lavado de activos, entre otros cargos que aparecen en el expediente original que instruye la jueza Niremperger.

Escenarios

Si la decisión de la Justicia se mantiene firme, el desafuero de Ayala no sólo activará una fuerte trifulca dentro del oficialismo, sino también en la oposición. Para el caso de Cambiemos, la lupa estará direccionada en la UCR, quien deberá sacrificar a un soldado de su propia tropa en medio de tironeos con Casa Rosada por candidaturas en distintas provincias.

Tampoco será fácil para el antimacrismo: el PJ, que en su momento acompañó el desafuero de Julio De Vido, deberá dar explicaciones ante cualquier tipo de decisión. Si no vota, se acoplará a la teoría del justicialismo en el Senado de no mover un dedo hasta sentencia de fondo firme -Carlos Menem y Cristina de Kirchner-, pero a su vez deberá explicar por qué lo hizo antes con el exministro de Planificación K.

Si el peronismo vota, dejará expuesto al justicialismo del Senado, tras meses de unión de legisladores de ambas cámaras para discutir diversos proyectos. En el medio aparece la UCR, que en caso de rebelión quedaría pegada al kirchnerismo en Diputados, quien sostiene una teoría similar a la del peronismo senatorial. De allí la renuncia de Ayala como solución salomónica.

“La verdad es que no sé cuándo los jueces van a resolver los planteos: si hoy, esta semana o después de la feria judicial, pero entiendo que tengo derecho a estar en libertad”, alertó Ayala en diciembre pasado.

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