16 de abril 2020 - 00:00

El empleo y los salarios de mayo, ejes hoy de reunión virtual de CGT

Por primera vez en 90 años de historia de la central obrera se hará un encuentro a distancia de sus líderes.

Hector Daer, Carlos Acuña y Abel Furlan

Hector Daer, Carlos Acuña y Abel Furlan

La CGT tendrá hoy la primera reunión virtual en la historia de su Consejo Directivo en un marco de absoluta excepción: a casi un mes de la cuarentena y con un horizonte de continuidad de las restricciones para el desarrollo de las actividades laborales la central debatirá alternativas para el sostén del nivel de empleo y, en lo más acuciante, el pago de salarios de este mes y, sobre todo, de mayo. El encuentro a la distancia se hará, además, a la sombra del primer caso de coronavirus en el sindicalismo que afectó al metalúrgico Abel Furlán y que mantiene en vilo, hisopados mediante, a la conducción la UOM y, por carácter transitivo, de toda la central.

Con Héctor Daer y Carlos Acuña a la cabeza, los miembros de la cúpula de la CGT -en su gran mayoría, población de riesgo- echarán mano de la aplicación “Zoom” para un encuentro que representará el debut en el año y en lo que va de la gestión de Alberto Fernández de las sesiones del máximo órgano ejecutivo del sindicalismo tradicional. Se impuso así la postura mayoritaria de llevar a cabo una videoconferencia y se descartó un pedido aislado de concretar el encuentro en la sede de la CGT, aunque hasta última hora continuaban los preparativos entre los referentes más jóvenes y los hijos de los más veteranos para alistar las computadoras de cada hogar.

En rigor será más una catarsis que un debate. Ni siquiera los sectores exceptuados de cumplir con la cuarentena (construcción de obra pública, industrias esenciales, transporte de pasajeros) quedaron al margen de los efectos devastadores en la economía de la persistencia de la cuarentena. Y si bien no habrá un documento como síntesis, el consenso generalizado apunta a que el Estado deberá apuntalar los ingresos de los trabajadores del sector privado más allá de abril.

Tampoco existe entre los gremialistas demasiada confianza en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que prohibió despidos y suspensiones hasta fin de mayo. Básicamente porque en reserva admiten que ninguna normativa podrá sostener de manera indefinida rubros del sector privado imposibilitados de funcionar. Ante ese escenario algunos sindicatos como la UOM ya avanzaron en planes propios de suspensiones a cambio de estabilidad, y otros como el de la construcción (Uocra) le llevaron al Gobierno propuestas de flexibilización de la cuarentena.

En cuanto a los ingresos, los anuncios del Ejecutivo de programas de asistencia al salario también fueron recibidos con tibieza. Es que la administración de Alberto Fernández optó por subsidiar a los empleadores -hasta ayer se habían inscripto 320 mil- a través de aportes con un tope máximo de un Salario Mínimo, Vital y Móvil por cada trabajador en firmas de hasta 25 dependientes. Y desechó inyectar recursos directamente en las cuentas sueldo, como hubiesen preferido los gremialistas.

Sobre este punto la mirada está puesta en las posibilidades concretas que tendrán los empresarios de cubrir los sueldos de este mes, pero más aún la inquietud estará en torno de los de mayo. En la cima de la CGT se esperanzan en una iniciativa que pusieron en práctica algunos países europeos de aportar un monto de dinero a todos los trabajadores privados durante la vigencia de las medidas de aislamiento social. Otro factor de preocupación extendida en la central obrera son las obras sociales.

La caída de los salarios en vastos sectores de la economía tendrá como repercusión directa la merma de los ingresos de las prestadoras de salud de los gremios, de por sí puestas a prueba en medio de la pandemia. Y si bien el Gobierno cumplió con un primer desembolso de 4 mil millones de pesos pendientes entre fines de marzo y los primeros días de este mes, subsiste una deuda por trámites impagos de más de 6 mil millones de pesos y aguardan una definición del Gobierno otras medidas conversadas con el ministro de Salud, Ginés González García, de asistencia a las obras sociales.

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