Esperado: Duhalde ganó mayoría pero igual Alfonsín será senador
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Y arrastró en esa buena racha a todo el PJ bonaerense que, por efecto cascada, ganó casi de punta a punta de la provincia, y por paliza aun con candidatos de bajo target.
Personalizó su victoria como un «ultimátum para el Presidente» y se animó a rechazar, de antemano, la titularidad del Senado nacional. «Al país no le conviene -argumentó- tener un presidente virtual que esté enfrentado» al jefe de Estado.»
Se vio, sin embargo, forzado a desmentir que el apabullante triunfo lo convierta en precandidato presidencial 2003. «No soy tentable. Mi misión dentro del justicialismo es otra. Es apoyar a los gobernadores» dijo, místico.
Calma
Parado a su lado, Carlos Ruckauf recién se calmó cuando Duhalde aclaró que «hay cuatro o cinco anotados para eso, pero yo tengo mi corazoncito porque soy bonaerense».
En la misma línea, como antes de los comicios, pidió cam biar «este camino suicida» en referencia al modelo económico que considera una « fábrica de pobreza».
«Es suicida seguir por este camino que nos llevará de la recesión a la depresión y de la depresión a la anarquía, al caos», alertó el ahora senador nacional electo.
Escoltado por su esposa, desde el comando de campaña que montó en Avenida de Mayo, Duhalde siguió paso a paso el recuento de votos aunque ya a las 15, las bocas de urna le habían anticipado la victoria general.
De allí calculó que entrarán 20 diputados del PJ bonaerense al Congreso y que el PJ la Legislatura provincial.
A ese ritmo, se rearmó el círculo áulico duhaldista: Baldomero Alvarez, José Pampurro, Telmo Pérez, Mabel Müller, Antonio Cafiero, entre otros, se ven cada cerca, otra vez, del poder.
Del otro lado, la Alianza se contentó -o eso fingió- con el segundo puesto de Alfonsín que, al menos, consiguió un escaño en el Senado.
Creatividad
Paradójicamente, dos ex ministros, Federico Storani, como jefe la UCR bonaerense, y Graciela Fernández Meijide, titular del Frepaso, tuvieron que salir a explicar la derrota.
El más creativo fue el platense: «Esperemos que el gobierno recoja el mensaje de la urnas», dijo Storani como si el derrotado no fuera otro que Alfonsín, su jefe mayor.
Incómodos y poco creíbles, los ex funcionarios de De la Rúa dijeron que la Alianza continuará a pesar de la aporreada que recibió ayer.
Pero no fueron los únicos perdedores. Además de caer en capital, el ARI de Elisa Carrió quedaba relegado al cuarto lugar en provincia detrás de Luis Farinello.
El cura de Quilmes y Luis Patti -que hizo buena elección al norte del conurbano-se declararon víctimas del manoteo de boletas ajenas por parte de los punteros del PJ.
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